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Star Bowls - MSX de Zigurat (1991)

Star Bowls - MSX de Zigurat (1991)

  • 2 de noviembre de 2020

Star Bowls supone la reaparición en el mercado informático de un equipo de programación de los que podríamos llamar clásicos; Diabolics.


Ficha de Star Bowls

Videojuego: Star Bowls

Sistema: MSX

Zigurat

Programadores: Carlos Doral Pérez y Mario de Luis García

Año: 1991


Análisis de Star Bowls

MSX Club nº75

Star Bowls supone la reaparición en el mercado informático de un equipo de programación de los que podríamos llamar clásicos; Diabolics. Aunque su nombre pueda no resultaros muy familiar, lo cierto es que ha estado detrás de un juego que obtuvo un gran éxito hace varios años, "Nuclear Bowls". Y no solo eso, de algunos de los programadores que formaron parte de Diabolics en sus inicios, surgió luego Topo Soft. Así que imaginaros la de implicaciones que tienen estos programadores con la historia del software español.

"Nuclear Bowls" fue un juego, en su tiempo, atractivo. Se fraguó como la consecuencia lógica de un periodo en el que los programas de mayor repercusión eran videoaventuras como "Abu Simbel Profanation", el mítico programa de Dinamic.

Así las cosas, "Nuclear Bowls" fue el elegido para inaugurar el nuevo sello de Made in Spain, Zigurat, en el que emprendieron una actividad distribuidora que fue abandonada posteriormente, recayendo en Erbe. Las ventas de este primer juego, que fue lanzado junto a un mucho más elaborado "El Misterio del Nilo", más que satisfactorias, parecían abrir un despejado camino para Diabolics.

Ahora bien, la verdad es que nunca más se supo de este equipo de programación hasta que, recientemente, aparecieron un par de juegos desairo liados específicamente para 16 bits bajo su logotipo. Desconozco los motivos que llevaron a los varios años de inactividad por los que pasaron los programadores, pero es de suponer que no fueron precisamente agradables.

Tras la discreta carrera comercial de estos dos productos, la aparición de una secuela de su único éxito.

Lo curioso es que, ya desde un principio, Zigurat no ha cuidado excesivamente el lanzamiento de "Star Bowls", que ha acabado siendo englobado en el de otros dos; el correcto "Autocrash" y el simpático "Smaily", de tal forma, que el juego de Diabolics acaba por convertirse en la oferta mejor valorada.

No es de extrañar, de todas formas, el que los miembros de Zigurat no hayan concebido a "Star Bowls" como un producto estrella a pesar del éxito de su predecesor, puesto que se trata de poco más que de la repetición, más bien desafortunada, de los mismos planteamientos de base.

Incluso el objetivo final es el mismo; desactivar el reactor principal de una central nuclear, aunque en esta ocasión no se encuentra en nuestro planeta, sino en una perdida base galáctica.

Por lo tanto, la estructura laberíntica es casi idéntica y los guiños a la primera parte, constantes. Los extraños reactores rojos han sido trasladados a esta secuela íntegramente, así como los absurdos tubos transportadores de utilidad casi nula.

Nuestro astronauta, cuya forma ha cambiado notablemente respecto a la primera parte, deberá recolectar objetos; algunos de ellos le permitirán abrir secciones de varias pantallas de longitud, otros son elementos imprescindibles para llevar la misión a buen término.

Pero no todos están a la vista, muchos de ellos han sido situados detrás de otros objetos, aunque eso tampoco complica excesivamente el desarrollo de la acción.

"Star Bowls" tiene a su favor la nostalgia de los usuarios por las videoaventuras, hoyen día casi olvidadas por las productoras. La verdad es que pocas veces he sentido tanta simpatía, a priori, por un programa que, una vez cargado, no es más que un refrito de viejos esquemas programadoa la antigua usanza.

Lo increíble es que el juego es relativamente entretenido, las trampas no son excesivamente difíciles de superar, y todo ello contribuye a convertir al programa en un pasatiempo agradable.

"Star Bowls" no está mal realizado, todo lo contrario. La velocidad que se le ha imprimido no está del todo mal; se nota que se han empleado muchas horas en la confección del programa... pero uno no puede evitar esbozar más de una sonrisa sarcástica ante los gráficos.

Están formados por elementos totalmente faltos de encanto estético, en muchas ocasiones simples repeticiones de los decorados de la primera parte, aunque el color está bastante bien aplicado.

En definitiva, Diabolics ha demostrado que posee unos envidiables conocimientos de programación... aunque necesitan urgentemente un buen creativo.

De lo contrario, puede que nunca vuelvan a obtener un éxito como el del entrañable "Nuclear Bowls".

Serie


Valoración de Star Bowls

MSX Club nº75

  • PRIMERA IMPRESIÓN: Repetición de los mismos esquemas.
  • SEGUNDA IMPRESION: Le falta el encanto de la primera parte.
  • TERCERA IMPRESION: A pesar de todo, está envidiablemente bien programado.