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The Last Mission - Amstrad CPC de Opera Soft (1987)

The Last Mission - Amstrad CPC de Opera Soft (1987)

  • 3 de enero de 2020

Desde hace algún tiempo se especula, en toda nuestra sociedad, la cuál será la llamada «Era Tecnológica». Los programadores de software, como seres pertenecientes a esta sociedad, reflejan, a su manera, esta inquietud y la transmiten al nivel en el que más a gusto se sienten, esto es, en sus juegos. «Last Mision», de Opera Soft, es un exponente de esto, y nos pone en un duro aprieto al tener que defender la continuidad de la raza humana sobre la Tierra.

¿Qué quieres saber?


Ficha de The Last Mission

Videojuego: The Last Mission

Sistema: Amstrad CPC

Opera Soft S.A

Programadores: Pedro Ruiz

Año: 1987


Análisis de The Last Mission

Amstrad Semanal nº90

Las máquinas cada día iban siendo más útiles y más perfectas. En una sociedad en la que el rendimiento y la mano de obra a bajo costo, además de la rapidez, eran prioritarios, los robots, cada día más sofisticados y operativos, fueron desbancando a los seres humanos. Algunas voces, muchas de ellas de forma violenta, pero no exentas totalmente de razón, se elevaron para pedir la ilegalización de los robots, por lo menos a nivel masivo.

De nada sirvieron las protestas, había muchos intereses en juego, y los robots terminaron por estar en casi todas las casas y lugares de la civilización.

Estos, que cada día eran fabricados mas inteligentes, no tardaron en casi ser los regidores de la vida humana.

La tragedia llegó el día en que los robots llegaron a ser conscientes del poder que tenían, y fueron eliminando a los únicos seres que se podían oponer a su tiranía, los humanos.

Después de una cruenta guerra sin cuartel, los humanos tuvieron que huir al planeta Nova, y allí preparar una contraofensiva que debía ser casi a la desesperada, puesto que los androides no tardarían en localizarlos. El primer punto de la estrategia de los humanos era el robar los planos de defensa de la base central de los androides, lugar desde donde estos surtían de energía sus poderosos ejércitos. El siguiente paso sería mandar un comando de élite y destruir la base.

Es en el primer punto de la aventura, robar los planos, donde nosotros, y todo el que quiera, intervenimos ¿Como? Conduciendo al robot — ¡que paradoja, las máquinas nos destruyen, las máquinas nos salvan!.

ORCABE. Por comodidad, nosotros le llamaremos Rob. Nuestro robot, que, guardando las distancias, se parece a una tanqueta, está formado por dos partes diferenciables. La superior, o torreta, se puede desligar de la parte inferior, que serian las orugas, y salir en misión de reconocimiento o pelear con su láser por los aires con mayor libertad. Pero lo que si debe quedar claro es que las dos partes deben salir de la base para poder terminar la misión.

La base cuenta con 11 niveles o plantas, y Rob deberá subirlas, después de librarse de los extraños entes que pueblan cada una de ellas. Estos seres son tornillos, raros muelles, pequeños satélites, etc., todos ellos moviéndose por los aires.

Para saber cual es el estado de Rob en todo momento, contamos con mostrando la energía de que disponemos, número de Robs que nos quedan (empezaremos con diez), temperatura del láser, y nivel en el que nos encontramos.

También tenemos un contador de puntuación y otro de record, pero, la verdad sea dicha, en este juego, bajo nuestro punto de vista, son meramente anecdóticos, ya que lo realmente importante no es conseguir muchos puntos, superficie, para ser recogidos por la nave madre y regresar al planeta Nova.

Pero empecemos a movernos. Lo primero que destaca de nuestro robot es lo escalofriantemente rápido que es cuando la torreta se desplaza sola. No es que cuando se mueva con las orugas sea lento, la velocidad en este caso es buena, pero la torreta es veloz como el rayo. Es la primera vez que vemos animar un objeto, o personaje, a tal velocidad y de manera tan natural.

A cada paso que demos, o en cada pantalla que recorramos, veremos aparecer los ya mencionados e incordiantes entes.

Afortunadamente, contamos con un mortífero láser y con la excelente movilidad de la torreta portadora para eliminarlos, aunque esto no quiere decir que sea fácil el hacerlo.

Otra dificultad que nos encontraremos a nuestro paso serán las barreras que hay en todos los niveles. La forma de superarlas es llevar la torreta a las aberturas que hay en el techo de algunas pantallas, subir por ellas, entrar en el nivel superior, y más adelante bajar por otra abertura al nivel donde se encuentra la barrera y, ahora que nos encontramos por detrás de ella, destruirla con el láser. A continuación, unimos la torreta láser con las orugas y proseguimos nuestro camino. Cosa importante es dejar las orugas de Rob en la misma pantalla donde este la barrera. Si las dejamos en la anterior, por ejemplo, deberemos ir a recogerlas para continuar la misión, y una vez de nuevo en la pantalla donde estaba la barrera, veremos a esta otra vez en su lugar.

También hay que tener cuidado con los rayos láser que hay entre el techo y suelo de la base. Para pasarlos hay que medir bien nuestra altura, o sea, la de Rob, y el punto donde se encuentre en ese momento el rayo.

Cuando hayamos conseguido pasar estos peligros, que veremos en todas las fases, llegaremos al elevado/ que nos subirá de nivel. Este sigue la linea de realismo que hemos visto en todo el juego, con un ritmo de subida y frenado, además de sonido, considerablemente buenos. La superación de cada nivel nos supone una vida más. Si conseguimos superar los diez primeros, estos dentro de la base, cogeremos un elevador que nos llevara al nivel 11 y, ya en la superficie, deberemos dejar las orugas de Rob, inoperantes en el perfil montañoso del planeta. Con la torreta láser nos deberemos enfrentar a los últimos enemigos que veamos y, después de vencerlos, montar en la nave que nos espera para llevarnos a Nova. Desde allí, y con los pianos de la base energética androide en nuestro poder, podremos reconquistar la Tierra para los humanos.

Más fácil de contar que de jugar este «Last Mision», de Opera Soft. La acción, densa y rapida, esta en la línea que, hoy por hoy, impera en los juegos. Seguro que el gatillo del joystick no para.

El nivel gráfico es notable, así como los colores utilizados, los efectos sonoros son inmejorables y el movimiento, rápido, muy rápido. En resumen, un gran juego.

Sistemas

Micromanía nº21

Hace algunos meses, os contamos la aparición en escena de una nueva compañía de software que baticinamos ocuparía un lugar principal dentor del software nacional. Livingstone Supongo y Cosa Nostra son dos títulos que no resultan desconocidos para los asiduos amantes del software de acción. Continuando en la línea de buen hacer que nos llamó la atención en sus comienzos, Opera soft lanza su nuevo programa The Last Mission.

Como bien indica su título corres el riesgo, si te embarcas en este interesante recorrido intergaláctico, de superar a partir de este momento cualquier aventura que exija mucha habilidad, entre otras cosas.

El objetivo del juego es claro: conseguir escapar de una estructura laberíntica, que según tenemos entendido es una sofisticada nave de no se sabe qué siglo. (...)

Gráficamente, The Last Mission tiene una buena resolución; acompañada de un movimiento perfecto que permite al protagonista alcanzar velocidades vertiginosas mientras dispara con precisión.

Exceptuando las peculiares características que señalamos en el protagonista, The Last Mission es sencillamente un laberinto en el que ante todo hay que tener en cuenta los indicadores de láser, fuerza y puntuación.

Recorrer los niveles de la nave buscando una salida hacia la luz, puede convertirse en todo un entretenimiento. El tiempo y tus enemigos están contra ti. Nada mejor que una buena dosis de arcade para combatir estrés, nervios y malas jugadas. Una gran idea de sorprendente originalidad. Buena puntería.

AMSTAR n°15 (1987)

Traducido del francés.

Entusiastas de los juegos y laberintos, quedarás satisfecho. The Last Mission es uno de esos juegos que requiere de un pensamiento mínimo y una acción máxima. Tu viejo joystick oxidado finalmente podrá despertarse. El escenario se reduce a su expresión más simple: explorar todas las pantallas de una construcción extraña y exterminar todo lo que se mueva. Su delicadeza innata y el horror de la violencia lo obligan a no ser el protagonista directo de esta masacre. Por otro lado, una máquina de joystick controlada por radio es una solución satisfactoria.

Así que estás deambulando por los oscuros corredores dedólicos (¿o laberintos?) Tratando de poner a un enemigo bajo el láser. Cosa fácil, ya que los oponentes son legión. Atención, solo un pequeño contacto y pasas de la vida a la muerte. Para no perder demasiada energía y paciencia, se te ofrece generosamente un pequeño vehículo con orugas. ¡No lo pierdas! Este es un elemento importante para pasar niveles.

El único momento de pensamiento es encontrar tu camino entre vigas y ladrillos multicolores. Especialmente debido a que algunas puertas son "desintegrables" a un lado, es necesario dejar el vehículo a un lado y maniobrar la cabeza (sujeto a la gravedad) para continuar su viaje hacia los elevadores de niveles más altos.

Los gráficos y la animación son bastante correctos, sin embargo, el juego tiene dos características muy agotadoras para los nervios del jugador: primero después de una feroz batalla contra los alienígenas, la sala que acaba de limpiarse se llena criaturas inmundas similares a las anteriores, tan pronto como vayas a la siguiente habitación. Además, cuando tu muerte es obvia comenzarás de nuevo.

Es mejor ser muy paciente o muy hábil. Depende de ti verificar si tienes al menos una de estas cualidades.

CPC n°23

Traducido del francés.

Otro buen juego que es bueno: el joystick lo disfrutará. Los colores y la velocidad de las animaciones también cuidarán de tus ojos. Duele tanto que el jugador que no está firmemente plantado en ambos pies, es probable que experimente algunos mareos. Qué curiosidad de todos modos esta nave.

Para describirlo, podemos decir que parece un tanque coronado por un gran ojo. Este ojo es el principal elemento móvil, es gracias a él que se avanza de pantalla en pantalla. El objetivo es, de hecho, liberar un camino para el tanque. Para crear un paso por una pared, es necesario sortear el obstáculo al pasar por el piso superior. Rápidamente nos damos cuenta de que las paredes son mucho más vulnerables. Una vez que se realiza la brecha, debes arrastrar el tanque y encontrar el elevador que permitirá que el blindado acceda al nivel superior. El número de pantallas parece insensiblemente alto y las dificultades crecen infinitamente. Todo esto es suficiente para dejar al jugador en la duda más profunda porque realmente podemos preguntarnos si el juego tiene un final o si es suficiente (y ya es muy difícil) para lograr la mayor "puntuación más alta". Todo esto sucede bajo una lluvia de criaturas coloridas en infinitas pantallas con estructuras metálicas o de hormigón.

TILT n°45

Traducido del francés.

The Last Mission es un juego de acción agradable pero muy clásico. Estás a bordo de una nave para desintegrar todos los objetos mortales de un planeta. La acción tiene lugar en varias pantallas con gráficos coloridos. El sonido, más que el promedio, pone poco valor en la aparición de rayos de alto voltaje o el último láser ... Afortunadamente, el conjunto se destaca por una animación convincente: la nave responde instantáneamente a los movimientos más leves del joystick. Los cañones enemigos y los oponentes de formas extrañas que pueblan las galerías pueden ser masacrados o esquivados, de acuerdo con los imperativos de la acción. La velocidad de su paso de una habitación a otra le permite ahorrar energía. ¡Así es posible perdonar a algunos enemigos a expensas de un merecido descanso!

El manejo de este juego es bastante difícil: si un enemigo te alcanza e, incluso si ya has cruzado varias habitaciones, la nave se encuentra inevitablemente en su punto de partida. Del mismo modo, tus oponentes aparecen sistemáticamente en cada habitación, incluso si ya los habías destruido ... ¡Una peculiaridad que no simplificará tu progresión!

Suficientemente aguda y precisa para motivar a los entusiastas, es probable que esta aventura parezca monótona para los entusiastas de la estrategia.

Amstrad Semanal nº75

Hemos recibido recientemente la prueba, no definitiva, del último juego de Opera Soft. El juego se llama, o llamará, The last mission.

En el, y a bordo de nuestra galáctica tanqueta, nos daremos una vuelta por el interior de las galerías subterráneas de un planeta, pobladas por extraños y peligrosos artefactos a los que tendremos que destruir con nuestro potente láser.

La parte portadora del mismo, se puede desprender de las orugas y volver de nuevo cuando nosotros queramos. Esto concede mayor movilidad y evidentemente nos facilita enormemente nuestra dura tarea de acabar con tornillos volantes, bolas flotantes, etc. Después de acabar con todos ellos, en el interior del planeta, continuaremos con la misma tarea en el exterior.

Este juego nos ha sorprendido por la rápida capacidad de movimiento de la tanqueta, y particularmente del portador del láser. Pero, no diríamos todo de la animación, si no añadiéramos que es considerablemente natural.

Por otra parte, el color es bastante rico y esta bien aplicado, cosa que hace agradable pasar el rato con The last mission.

Digno de mención: movimiento rápido y riqueza de color.


Valoración de The Last Mission

Amstrad Semanal nº90

  • Originalidad: 4/5
  • Gráficos: 4/5
  • Movimiento: 5/5
  • Sonido: 5/5
  • Dificultad: 5/5
  • Adicción: 4/5

Mimcromanía nº21

  • Originalidad: 3/5
  • Gráficos: 3/5
  • Adicción: 4/5
  • Valoración: 4/5