Predator 2 - ZX Spectrum de Image Works (1991)

Una vez más Image Works quiere ir a lo grande. Ya adelantábamos en nuestra Gran Premiere, y nuestros cálculos han quedado muy cerca, que un nuevo y potente éxito cinematográfico había caído en unas manos muy expertas, incapaces de defenestrar lo que viene, solito, tan bien rodado.

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Ficha de Predator 2
Análisis de Predator 2
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Pokes Predator 2
Valoración Predator 2

Ficha de Predator 2

Videojuego: Predator 2

Sistema: ZX Spectrum 48K/128K

Image Works

Programadores: Arc Developments (John Wildsmith), Alan Tomkins

Año: 1991

Análisis de Predator 2

Con Predator 2 se han resucitado los esquemas que guiaron a programas como «Prohibition» o «Dead Angle», joyas antiguas y bien conservadas que en su momento despuntaron por su originalidad. Tales juegos estaban basados en la acción que un punto de mira que se desplazaba por la pantalla, era capaz de asegurar. Una especie de maniquí semi-inmóvil hacía como que manejaba ese puntero, y lo dirigía hacia un montón de enemigos que se escondían en las esquinas, que salían de puertas y ventanas, y que morían con un sólo roce.

El programa que resucita al monstruo quiere jugar exclusivamente a eso. Las cuatro enormes y repetitivas fases de que consta, giran en torno a lo mismo, al punto de mira y la masacre de enemigos. Acostumbrados, como empezábamos a estar, a los juegos que intentaban reproducir fielmente ei guión de una película, a partir de variadísimas fases —verdaderos juegos dentro de otro y si no véase Robocop 2—, nos ha chocado mucho que una experta como Mirror se alimentase del mismo carrete durante toda la cinta.

Eso no está bien. Aunque realmente el juego se compone de los mismos factores que se dan a relucir durante la película, nos parece algo insuficiente de cara al guión global. Decir que no se ha hecho honor al film sería demasiado fuerte, porque en realidad se ha extraído lo más fundamental, pero dudar acerca de lo que le falta sería oportuno. Claro que en este particular son los programadores los que se montan su propio tinglado en el que incluyen lo que creen más oportuno. Además es igual de cierto que cada compañía tiene una mentalidad diferente a la hora de convertir una película a juego, y es obvio que la de Image Works es mucho más diferente que las del resto. Valga como ejemplo que Tortugas ha sido elegido mejor juego del año, y que los Regresos al futuro pertenecen a una raza absolutamente peliculera.

En cuatro escenarios se tendrá que batir el nuestro hombre. Los capos de la droga y sus adinerados, más una aparición meritoria de Predator 2 que cuando le incordias reacciona muy violentamente, son los exclusivos e idénticos protagonistas de todos estos niveles.

Para remedar en parte la invariabilidad de la acción, se han agrandado las fases hasta lo indecible. No quieres acción, pues toma mucha más acción. En la calle, en un apartamento con sus columnas y todo, en el peligroso suburbano de Los Angeles y en el hediondo matadero donde Predator conserva sus piezas A nivel gráfico tampoco se han comido el coco. Los decorados son muy simples, en la segunda fase, la del apartamento, se ronda la austeridad de los Monasterios Románicos: mucho ladrillo y ningún adorno. Pero no es para nada la única. En el resto, como en ésta, lo único que se adivina es un scroll muy suave y bien conseguido en el que han debido poner todo el interés.

El movimiento es lo más destacable Ya se sabe que el tuerto es el Rey... El puntero es excesivamente lento, y no es que circule a un ritmo penoso y despistado por la pantalla, sino que se ralentiza en comparación al número de agentes y disparos que recibimos. Que no damos abasto, en una palabra. Porque lo que mejor saben hacer estos chicos es, sin duda, disparar. Desde el suelo, tras la puerta, frente a frente o en el furgón, estos frios y clónicos robots humanos nos frien con la metralleta.

La pequeña pistola con la que partimos es simplemente insuficiente. Hacernos con los cargadores que hay en el suelo no sirve para nada, porque los tiros serán igual de ineficaces, y las balas no aumentan la rapidez de la frecuencia. Por eso debemos hacernos con las distintas ametralladoras que hay por ahí tiradas, y consumir respuestos a toda pastilla si no queremos durar menos que un caramelo a la puerta de un colegio.

Lo que va a ser mucho tiempo cuando nos encontremos al final de cada fase y nos hagan polvo tan sólo con la vista. En fin, un producto para incondicionales del género que, ¡Mosquis!, intentará divertir al mismo público fan de la película.

Los guionistas, directores y resto del equipo que ha llevado a la pantalla la vuelta del Depredador, están jugando con varios conceptos simultáneamente. Bajo el mismo titulo se agrupan dos plagas igual de arrasadoras: la droga y el monstruo. Respecto al polvo blanco, su sola inclusión ratifica una tendencia de caos expresada por todos los futurólogos y adivinos, tanto en cinta cinematográfica como en juegos de ordenador.

Del monstruo alabamos el respiro que significa, por cuanto hacia algún tiempo que seres humanos no se enfrentaban a engendros caídos del planeta X con ansias devoradoras. Cualquier parecido que busquéis caerá en la falacia.

Predator 2 tiene droga y monstruos. Quizá más droga que monstruos, pero mientras la primera aburre, el segundo puede que nos obligue a levantar de los asientos. Hay otros que se quedarán pegados. Es, a la postre, el juego del cine que, como no, Image Works ha llevado al ordenador. En un verano caluroso.

Los Predators llevan visitando la tierra al menos 700 años. Son los cazadores de la galaxia que, cuando llega la temporada, se montan en los jeeps y acuden a sus cotos privados. Casualmente, la temporada idónea es aquella en que los conflictos terráqueos están a la orden del día y los espíritus son volubles y los cuerpos están demasiado ocupados en otras cosas. Deberes y placeres hacen al humano un ser débil y fácilmente capturable.

Los Angeles, 1997, el mundo es una masa de droga. Los traficantes colombianos siembran las calles de cuerpos de traficantes jamaicanos impunemente. El que no está corrompido es porque aún no ha nacido. El caldo de cultivo es, como veis, excelente.

No tardará en llegar el Depredador. Camuflado ahora por la gran urbe pacífica, el monstruo viene con las mismas intenciones. Pero los problemas han variado. Depredador sólo pone la sangre extraterráquea, y el afán cazador de las perdices de los Santos Inocentes. Con la droga de por medio no hay monstruo que valga.

Danny “Arma letal Golver” es el agente especial del F.B.I. encargado de poner paz en las calles. El Robocop de Los Angeles. No sabe la que se le viene encima, porque su tarea no ha hecho más que empezar. Hombre, no es Schwarzenegger, pero tiene su carácter.

4 fases en busca de guión

Imaginaros el batiburrillo indisoluble que forman la droga, el monstruo y el F.B.I. Se esperan muertos, masacres, sangre y acción. Los efectos especiales no brillarán por su ausencia, que digamos. Para Image Works, Tortugas, Regresos a los futuros no debe ser difícil acoplar su sapiencia de software ante tales argumentos. Claro, que no vamos a comparar nada con nada: la película es la película y el juego, pues el juego.

Pero como ocurre con estas licencias, nada se deja en manos de la creatividad de los programadores. Todo está medido y calculado, el dinero que se invierte en este tipo de superproducciones sólo se garantiza de esta forma.

Al igual que sucedió con Regreso al Futuro II y III, se parten de productos con público fiel, que no espera grandes sorpresas y que normalmente es entusiasta de lo que ve. Tanto en el cine como frente al ordenador. Predator sentó las bases para esta segunda parte, tuvo éxito en el cine y en el Spectrum.

Predator 2 lo tendrá en ambas facetas

No obstante, mientras en el cine sólo se debe retocar el guión para parir un segundo periplo, es evidente que los jugones del ordenador esperan una revisión completa de lo que ya habían tenido entre manos, lo que supone un diligente esfuerzo por parte de los conversores.

Variar ideas y crear nuevas y adictivas fases son los argumentos más socorridos. Además, últimamente se ha puesto de moda inventarse un nuevo juego para cada fase, respetando el nexo de unión con el total del film.

Predator 2 tiene cuatro

La primera de ellas discurre en las calles de la ciudad angelical. Si recordáis vagamente algunas tomas del programa «Dead Angle», rápidamente identificaréis el ritmo de este nivel. La cosa tiene máxima relación con el condumio de la droga. Instalados como un maniquí transparente en la parte inferior de la pantalla, y dotados de arma reglamentaría, intentaremos acertar en el cuerpo de la insufrible cantidad de maleantes que aparece por allí. El elemento móvil es un punto de mira que se traslada de un lado a otro conforme a las órdenes de nuestro teclado. Absolutamente jugable y entretenida, la fase de la galería de tiro tiene mucha más miga de la que se puede observar. Es difícil. puntillosa y rápida, con un scroll competente que se deja llevar y nos permite hacer.

Conseguidos un número de puntos o blancos idóneo, entraremos en el apartamento del Penthouse. Un número aún no identificado de traficantes jamaicanos ha sido asesinado en la estancia. El F.B.I. considera responsable a Ramón Vega, Señor de la coca colombiana. La única oportunidad es encontrarle antes de que lo hagan los jamaicanos, o el Depredador. El no tiene prejuicios ante nada ni nadie.

La siguiente fase se desarrolla en los terrenos del metro. ¿Qué fue de los colombianos?, ¿y de los jamaicanos?. Sólo Predator interesa, porque ahora son los policías su bocado exquisito. La escabechina ha tenido esta vez lugar en los lóbregos túneles del suburbano de Los Angeles. Entre tanta gente, el poli del alienígena debe hallar al experto en camuflaje, y destruirle. Pero, ¡ojo!, un disparo hacía cualquier inocente puede ser fatal. Luego viene asuntos internos y se encarga de empapelarte.

Se acerca el final. Las cosas han tomado unos derroteros muy peligrosos. La última fase es el matadero. Curioso y depresivo nombrecito. La policía descubre que el depredador está usando el matadero como base de preparación y posterior conserva de víctimas. La solución está en utilizar nitrógeno líquido, pero el plan falla y ahora Predator les espera, bien escondido... Sólo resta la confrontación final. El hombre o la bestia.

Esperamos que no resucite

Por lo que hemos podido ver y jugar, en Predator 2 se observan las mismas virtudes y los mismos defectos que en cualquier otra conversión: hay que ceñirse al guión, pero se puede hacer de forma original, atractiva e innovadora.

Sin embargo, gracias a la profesionalidad de muchas de las compañías de software existentes, citemos a Image Works, que demuestran que no es éste el único éxito que se pretende, podemos encontrar buen software bajo títulos espectaculares. Es un alivio, pero, con todo, que no vengan más monstruos.

Reseñas de Predator 2

Efectivamente, una nueva licencia cinematográfica de postín ha caído en las manos prestigiosas de la compañía Image Works, absolutamente experta, como sabréis, en estos campos.

La magnífica experiencia de las Tortugas, y el mucho más que próximo lanzamiento de la tercera secuela de Regreso al Futuro aseguran nuestra confianza para con los trabajadores de la imagen.

Allá por 1998, las luchas entre traficantes de droga y policías habían llegado a un punto insostenible. Quizá para evitar el desastre, quizá por absurda diversión, un monstruo muy familiar interrumpe la batalla y se dedica a eliminar sangrientamente a los miembros de ambos bandos. Unas veces a los polis, otras a los traficantes, encuentra en la muerte un placer superior al de habitar en la tierra. ¿Es qué no hay nadie capaz de pararle?