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Dam Busters - Amstrad CPC de US Gold (1986)

Dam Busters - Amstrad CPC de US Gold (1986)

  • 12 de diciembre de 2019

Hasta ahora, todos los simuladores de vuelo eran parecidos. Dam Busters añade a la emoción de pilotar un bombardero, el aliciente de reproducir un histórica incursión en la Alemania nazi.


Ficha de Dam Busters

Videojuego: Commando

Sistema: Amstrad CPC

US GOLD

Programadores: Steve Armstrong, JAMES SOFTWARE, BOB WAKELIN

Año: 1986


Análisis de Dam Busters

Amstrad Semanal nº44

Hasta ahora, todos los simuladores de vuelo eran parecidos. Dam Busters añade a la emoción de pilotar un bombardero, el aliciente de reproducir un histórica incursión en la Alemania nazi.

Son las 22,30 horas de la noche del 1 6 de mayo de 1943. En la cabina de mandos del bombardero pesado Lancaster, todo funciona sin contratiempos; rumbo noroeste nos aguarda la costa germana.

Nuestra altura de vuelo ha sido cuidadosamente elegida; 700 pies por debajo de nuestras alas, la luna descubre las abruptas formaciones rocosas de la costa.

Por encima de los mil pies de altura, nuestro aparato seria detectado por el radar en tierra, o interceptado por las patrullas de caza nocturnas.

Una altitud inferior nos pondría en grave riesgo de colisión con obstáculos en tierra, especialmente al dirigirnos rumbo sur hacia el corazón de la Alemania nazi, donde abruptos valles y formaciones montañosas, rodean nuestro objetivo: las presas de Moenhe, Eder y Sorpe.

Somos un miembro del escuadrón 617 (el original Dam Busters), y nuestra misión es privar a las industrias del valle del Ruhr de su fuente más importante de abastecimientos de agua, asestando a la poderosa maquina de guerra nazi, un golpe del que jamas se podrá recuperar.

Cuando solamente hemos penetrado unas millas en la costa germana, un intenso haz luminoso surge de la oscuridad, escudriñando el cielo en nuestra busca; el artillero abre fuego sobre el punto en tierra, pero somos alcanzados de lleno por el haz, inundando de luz nuestra cabina.

Tras esta, nuevas bases de búsqueda nocturna dirigen sus rayos hacia nosotros: esta vez el artillero tiene más acierto y algunas de ellas se desvanecen en la oscuridad.

Los destellos luminosos nos permiten divisar las cadenas de globos cautivos, que nos obligan a efectuar un rápido ascenso; 800, 1.000 pies y en la lejanía algo se aproxima rápidamente hacia nosotros.

El artillero de cola, dirige instintivamente el cañón de su ametralladora FN 20 hacia el objeto no identificado; delante de nosotros, la silueta de un Messerschimidt Me 110, toma forma ametrallando el aire a nuestro alrededor.

El fuego de nuestras armas tiene éxito, y las llamas que desprende el aparato iluminan su caída a tierra. Tras su ataque, otros miembros de la escuadrilla se dirigen a nosotros, convirtiendo en un infierno la zona que nos rodea.

Cuando conseguimos deshacernos de ellos, la situación es desesperada, tres de nuestros motores arden en llamas y nuestros esfuerzos por apagarlos son inútiles, hemos llegado demasiado tarde, nuestro bombardero entra en perdida y una terrible explosión enviá nuestros restos a suelo alemán.

Menos mal que solamente se trata de un programa de ordenador, y no tenemos más que pulsar un tecla para intentar otra incursión.

Hemos conocido muchos juegos en los cuales el tema central es pilotar un avión, pero ninguno de las características y originalidad de este.

En los anteriores programas, siempre pilotábamos cazas de combate, en los cuales solo teníamos que preocuparnos de localizar cazas enemigos en vuelo, ponernos a su cola y ametrallarlos hasta su explosión.

En Dam Busters, nace un nuevo concepto de simulador de combate, esta vez manejamos un bombardero pesado, y hemos de ocuparnos simultáneamente de las tareas que realizan sus seis tripulantes.

De esta forma somos a la vez piloto, copiloto, artillero de cola, artillero frontal, bombardero, y primer maquinista. Pero el hecho que verdaderamente diferencia a este programa de los demás, es la elección de una verdadera misión de guerra y su reproducción con la mayor exactitud posible.

Lejos de los anteriores simuladores de vuelo, en los que despegar ya era un merito, por la gran cantidad de indicadores y medidores a controlar, teniendo que utilizar para ello mas de una docena de teclas y en los que el joystick era demasiado impreciso para controlar el aparato.

Pilotamos un avión francamente sencillo de dominar; solamente hemos de utilizar el joystick y siete teclas que nos sirven para cambiar de puesto en la dotación del avión.

Una vez que estamos en determinada pantalla, el joystick se ocupa de todo; de esta manera cualquier tarea se realiza gráficamente, sin tener que sabernos de memoria un repertorio de más de 30 teclas, que seria el necesario para controlar este avión.

En este aspecto hay que señalar la facilidad con que se manejan los controles de las salas de máquinas; una vez en la pantalla de la sola de motores, nos encontramos con los cuatro medidores de inyección, los medidores de inyección de los cuatro motores, sus respectivas ocho palancas y las cuatro de los extintores de cada motor.

Con tanta palanca e indicador, su manejo en contra de lo que podría esperarse, es inmediato.

Un toque de joystick, hace moverse un punto negro bajo el bloque de palancas.

Una vez situado bajo la que queremos accionar, basta con pulsar fuego y tirar el joystick hacia arriba o abajo, mágicamente la palanca se moverá en la direction indicada.

En caso de que deseemos mover simultáneamente las cuatro palancas, para conseguir el mismo efecto en todos los motores, solo tenemos que buscar la posición central con el punto negro, y a toque del joystick todas subirán suavemente.

Una técnica fácil y en la que no hay que pulsar ninguna tecla, con lo cual nos hacemos con el control del avión en cinco minutos. En otros programas necesitamos colocar una plantilla sobre el teclado del ordenador, debido al gran número de teclas usadas.

La posición normal de navegación es desde la cabina del piloto; en ella observamos lo que hay al frente de nuestra marcha, gobernando: brújula, altímetro, horizonte artificial y velocidad del aire.

En cualquier situación de peligro, un número intermitente nos indica la pantalla en la que se encuentra este, y con un toque de tecla estamos en ella al instante.

Un caza alemán aparece, se divisa desde la cabina del piloto, el numero dos aparece en el panel de mandos, un toque de tecla y estamos en la ametralladora de cola dirigiendo el punto de mira hacia nuestro blanco, fuego en el joystick y el caza cae en llamas.

Tenemos una sala de mapas, que contiene la región geográfica que va desde el sur de Inglaterra, hasta el centra de la Alemania nazi. En la cartografía, aparece la posición de nuestro bombardero y los principales puntos de defensa antiaérea, además de la posición de las presas que abastecen a la industria del Ruhr.

Cuando el globo, avión o haz luminoso aparece ante nuestros ojos, lo hace con realismo y autentica sensación de acercamiento.

El dibujo utilizado en las distintas salas de máquinas, es hiperrealista y representa los instrumentos de navegación a la perfección; el utilizado en las distintas cabinas de tiro, o el del piloto, está realizado con un gran sentido de la perspectiva pareciendo realmente que nos encontramos dentro del aparato, en contraste con la oscuridad que nos rodea.

Un programa con una concepción totalmente nueva en los dedicados a aviones, fácil de manejar, basado en un hecho histórico, y en el que en todo momento nos vemos ocupados en las distintas salas del aparato; de la sala de maquinas a la de mapas, de la cabina del piloto a las distintas ametralladoras. Separándole mucha distancia de esos simuladores de combate, en los cuales después de haber tardado unas dos horas en despegar, estamos minutos y minutos persiguiendo a un supuesto caza, que media hora después aparece fugazmente ante nuestras nances. Para alejarse con extrema rapidez, o en el mejor de los casos aniquilarnos de una certera ráfaga de sus cañones ametralladoras, mientras nosotros buscamos inútilmente la tecla de los misiles termodirigidos, entre un maremagnum de dos docenas y media de teclas de control.

Con la diferencia esencial, de que nuestra última misión consiste en lanzar nuestras bombas, a la altura, velocidad y distancia exactas, para reventar los poderosos muros de hormigón de las presas alemanas.

Sistemas


Valoración de Dam Busters

Amstrad Semanal nº44

Muy Bueno

  • Originalidad: -
  • Gráficos: -
  • Movimiento: -
  • Sonido: -
  • Dificultad: -
  • Adicción: -