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Galactic Games - ZX Spectrum de Activision (1988)

  • 17 de agosto de 2019

Películas, libros o programas nos han ofrecido una visión de cómo pueden ser las ciudades, trajes o vehículos del futuro, pero ¿os imagináis las olimpiadas del mañana?

¿Qué quieres saber?


Ficha de Galactic Games

Videojuego: Galactic Games

Sistema: ZX Spectrum 48K/128K

Activision Inc

Programadores: Tigress Marketing Ltd

Año: 1988


Análisis de Galactic Games

Microhobby nº164

Bienvenido a Futurolandia 2002, la ciudad escogida por la confederación deportiva interestelar para celebrar las galactoolimpiadas de este año. Tú, uno de los últimos representantes de la atrasada raza humana, has sido enviado bajo una identidad falsa para investigar las actividades de los diferentes líderes galácticos que aquí se han reunido. Como los humanos no son muy bien recibidos por estos lugares has sido equipado con un completo conjunto de disfraces con los que podrás pasar desapercibido y con ios que deberás desarrollar además la actividad que figura en tu falso pasaporte: atleta.

Estas fueron las primeras palabras que escuchaste a tu llegada a Futurolandia. De esto hace ya algún tiempo, pero seguro que recuerdas todo lo que tuviste que pasar hasta convertirte en lo que hoy eres: el campeón galáctico de atletismo.

Tras tu llegada te dirigiste resignado al lugar en que durante los próximos cinco días deberías demostrar tus habilidades en cada uno de los eventos que componen el cartel de estos juegos, a saber: los 100 metros deslizantes, el hockey espacial, el judo psíquico, el lanzamiento de cabeza y el marathón metamórfíco.

La primera prueba consistía en una delirante carrera en la que tu contrario era... ¡un gusano! Pensaste que ya tenías cierta experiencia en arrastrarte (alguno de tus jefes encontraría esta prueba muy adecuada para ti), por lo que cogiste tu disfraz, saliste decidido a la pista y, tras el disparo de salida, empezaste a deslizar tu estómago por el suelo lo mejor que pudiste. Tal y como era de esperar, perdiste, pero lo importante para ti era que habías pasado desapercibido, lo que era trascendental para el desarrollo de tu misión.

La segunda prueba no era menos descabellada, pues debías jugar un partido de hockey contra un tipo con forma de ojo (esta raza debía gastar una fortuna en gafas). Lo divertido del asunto era que la pelota... estaba viva, y además tenía un carácter un tanto agrio, por lo que era bastante difícil convencerla de que se introdujera en la portería de tu adversario. Por si fuera poco, debías tener cuidado de no introducirte en tu propia portería, pues esto también aumentaría el marcador de tu contrincante.

Después de la paliza que te propinó el tipo del hockey, tu moral había quedado un tanto magullada, pero tu misión y las olimpiadas continuaban, y la próxima prueba a disputar era algo que, en principio, te resultó familiar: el judo psíquico. Desgraciadamente, la cosa era bastante distinta a lo que tu imaginabas. Una vez situados cada uno a un lado del campo, debías lanzar bolas de energía psíquica contra tu contrario a la vez que intentabas esquivar con tu campo mental las que él te lanzaba a ti. El primero que conseguía dejar a su adversario sin energía ganaba el combate (lo cual, como ya iba siendo habitual, no ocurrió en tu caso).

Animado sólo por la idea de que el final de la misión ya se acercaba, te encaminaste al estadio en que se disputaba la cuarta prueba, la que sin duda te pareció más paranoica y estrafalaria: el lanzamiento de cabeza. Te situaste en la pista de lanzamiento y desoyendo los consejos que tu madre te diera de pequeño para que nunca perdieras tan valiosa parte de tu cuerpo, procediste a arrojar tu cabeza (que obviamente era parte de tu disfraz) lo más lejos que pudiste, que, por cierto, no fue lo bastante como para ganar a los especialistas del resto de la galaxia.

El amanecer del día siguiente te pareció el más maravilloso del universo, lo cual se debía, sin duda, a que aquella era tu última jornada de competición y el final, por tanto, de tu misión. La prueba que debías disputar se conocía como marathón metamórfico y consistía en una carrera de obstáculos en la que podías modificar tu cuerpo a voluntad, con objeto de poder hacer frente a las dificultades del camino. Obviamente, con tanto cambio de disfraz te hiciste un lío y, cómo no, ocupaste una posición que ya te era conocida (y no demasiado cercana a los lugares de honor).

«¡Por fin en casa!», pensaste tras llegar a tu base, dos días después de salir de aquella ciudad que ya nunca olvidarías.

Después te pasaste por el despacho del jefe dispuesto, esta vez sí, a ser felicitado por alguien. Y así fue, tu jefe, tras deshacerse en elogios hacia tu persona, te ofreció la que esperaba que consideraras una buena recompensa... una invitación con todos los gastos pagados a la ciudad en que se disputasen los juegos las próximas galactoolimpiadas.

Como veis, «Galactic Games» es, aunque un tanto atípico, un simulador deportivo dotado de una gran originalidad. A vosotros corresponde descubrir todos sus secretos así como la forma de conseguir mejorar vuestras marcas, nosotros sólo diremos que lo importante es... divertirse. Lo cual no es nada difícil con este gran programa de Activision.


Valoración de Galactic Games

Microhobby nº164

  • Originalidad: 90%
  • Gráficos: 70%
  • Movimiento: 80%
  • Sonido: 70%
  • Dificultad: 80%
  • Adicción: 90%