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Firefly - ZX Spectrum de Ocean (1988)

  • 26 de julio de 2019

Desde estas páginas hemos tenido oportunidad de comentar todo tipo de programas: arcades, videoaventuras, simuladores... Algunos nos han sorprendido por su calidad gráfica, otros por su adicción, pero desgraciadamente, pocos, muy pocos, por su originalidad. Entre estos últimos se encuentran este último arcade de Ocean: «Firefly».

¿Qué quieres saber?


Ficha de Firefly

Videojuego: Firefly

Sistema: ZX Spectrum 48K

Ocean Software

Programadores: Special FX Software Ltd (Jonathan M. Smith, Karen Davies, Keith Tinman)

Año: 1988


Análisis de Firefly

Microhobby nº168

Hacía ya diez años que me encontraba lejos de la Tierra. Mi empleo de explorador espacial nos había deparado a mí y a mi nave multitud de inolvidables aventuras, pero la verdad es que diez años son mucho tiempo y empezaba a echar de menos mi planeta y a mis amigos, por lo que había decidido tomarme unas vacaciones para regresar a la Tierra.

Perdonad, se me olvidaba presentarme, mi nombre es Amosh Kito, comandante de exploración y capitán de la nave Firefly.

Como tal llevo vagando por esos universos de Dios años y años, conociendo todo tipo de bichos raros más o menos amistosos con los que he debido comerciar, convivir y en los más de los casos hacer alguna que otra exhibición con mi pistola láser.

Pero esto se ha acabado, estoy dispuesto a pasarme el resto de mis días en mi querida Tierra, tumbado en una hamaca y sin más compañía que un cubata de neutrinos y una simpática y atractiva terrícola.

Y no es eso todo, cualquiera que haga uso de las palabras extraterrestre, alien o similar en mi presencia se las va a tener que ver conmigo. No quiero volver a saber nada de cualquier cosa que no sea rubia, tenga los ojos azules y se llame Alice o Susie.

Así que puse manos a la obra, reprogramé el rumbo de mi nave, me acomodé plácidamente en mi sillón y me dejé sumergir en un profundo sueño del que sólo despertaría cuando el computador central de a bordo me anunciara la proximidad de la Tierra.

Desgraciadamente, esto no ocurrió así exactamente. Digo esto porque en efecto el computador central me despertó, pero no con un agradable «bienvenido a la Tierra», sino con un agudo y estridente sonido de sirena. ¿Por qué demonios hacía sonar ese estúpido conglomerado de chips la alar ma? ¿Qué transistor se habría roto?

No tardé en recibir la respuesta a mi pregunta en forma de disparo láser que por poco no redujo mi nave a ceniza. Eché una rápida mirada al radar y lo que vi casi me hizo caer de mi sillón. Estaba rodeado de naves no identificadas y dado su recibimiento pude deducir que nada amistosas.

¿Qué estaba ocurriendo? ¿Qué hacían esos tipos aquí? ¿Por qué no recibía señales de vida desde la Tierra? No sabía qué pensar, pero desde luego lo que tenía claro era que si alguien iba a encontrarle explicación a estas preguntas, ése iba a ser yo...

Este es el argumento de «Firefly», el último programa de Ocean publicado bajo su nuevo sello SPECIAL FX. El juego ha sido realizado por el prestigioso Jonathan Smith, autor entre otros de «Cobra» o «Hysteria», y desde luego esto se nota, pues cada uno de sus detalles derrocha calidad e imaginación.

Comenzamos nuestra misión en una cuadrícula dentro de la cual existen diferentes zonas. Las blancas representan las zonas que nos pertenecen.

Por ellas podemos movernos con total libertad con nuestra nave, la cual, por cierto, tiene un sorprendente parecido con, una mosca. Las amarillas representan zonas ocupadas por sistemas planetarios y no podemos pasar a través de ellas. Las zonas azules representan regiones sin construir. Están protegidas por un pequeño sistema de alarma que puede ser desconectado manualmente. Cuando entremos en estas zonas veremos aparecer una serie de cuadrados con manos, unas con el pulgar levantado y otras con el pulgar hacia abajo. Nuestra nave se mueve a toda velocidad sobre ellas y debemos intentar pararla encima de una que tenga el pulgar levantado. Si lo conseguimos la alarma será desactivada y pasaremos a poseer esa zona, es decir, pasará a ser de color blanco. Si por el contrario detenemos nuestra nave sobre una mano con el pulgar hacia abajo, la alarma se activará, provocando un auténtico desastre: retornaremos a la casilla inicial del juego y se descolocarán el resto de las casillas, por lo que todo lo que hubiéramos hecho hasta el momento se perderá.

Las zonas negras están ocupadas por el enemigo y sólo podemos acceder a ellas desde otra zona contigua ocupada por nosotros. Cuando entremos en una de estas zonas nuestro objetivo será localizar y destruir los cuatro puntos de energía. Para ello disponemos en la parte inferior de nuestro marcador de un pequeño radar en el que aparece el mapa de la zona en que nos encontramos y la disposición de los elementos más importantes: nosotros estamos en uno de ellos (sólo tenemos que permanecer encima suyo inmóviles) aparecerá una especie de ruleta con un cuadrado girando a toda velocidad sobre unos puntos azules y rojos. Si conseguimos parar tres veces el cuadrado sobre el punto azul seremos conducidos hasta donde se encuentre el otro teletransportador, en caso contrario, volveremos a aparecer donde nos encontrábamos y además perderemos parte de nuestra energía.

Los cuatro cuadrados blancos que parpadean rápidamente representan los puntos de energía. Para destruirlos deberemos hacer lo siguiente, en primer lugar reconocer cuatro «yokas» (especie de nubecillas que desprenden los propios puntos de energía). Cuando tengamos cuatro nos ponemos encima del punto de energía y permanecemos inmóviles. Entraremos en una pantalla donde un cuadrado se moverá alternativamente de una mano con el pulgar levantado a otra con el pulgar hacia abajo. Ya sabéis lo que tenéis que hacer. Si conseguís destruir los cuatro puntos de energía, la zona pasará a vuestro poder.

El objetivo final del juego es llegar hasta la cuadrícula donde se encuentra una especie de joystick de color verde, la fuente de poder del sistema alienígena, y activarla. A vosotros os corresponde encontrar el camino más sencillo y corto hasta ella, a nosotros sólo nos queda deciros que «Firefly» es un excelente, juego mezcla de arcade y estrategia, con excelentes gráficos, sonidos y movimientos.


Reseñas de Firefly

Microhobby nº165

Como estreno de su nuevo sello Special FX, Ocean nos presenta este programa cuyo nombre y apariencia puede equivocar bastante, ya que no se trata de un arcade en que un vulgar insecto es el protagonista.

Este peculiar nombre es el que recibe una sofisticada nave nodriza interestelar, que lleva más de una década investigando en el espacio exterior.

Cuando regresa a la tierra se encuentra con un panorama poco agradable y... ya no os descubrimos más (aunque, más o menos, os lo podéis imaginar).


Valoración de Firefly

Microhobby nº168

  • Originalidad: 90%
  • Gráficos: 80%
  • Movimiento: 80%
  • Sonido: 80%
  • Dificultad: 80%
  • Adicción: 80%

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