Juego: Bomb Jack
Spectrum 48K
Elite Systems Ltd
Programadores: Paul Holmes, Andy Williams, Karen Trueman
Qué es aquello que vuela a toda velocidad entre los edificios? ¿Será el Halley?, ¿será un F18?, ¿será el IVA?
¡No!, ¡es Bomb Jack!, el ratón volador más rápido del mundo. Su destreza y habilidad le han convertido en la única esperanza de que dispone la Tierra para evitar ser destruida por una invasión de alienígenas llegados del espacio. El es el único ser que está en condiciones de desactivar todas las bombas que estos invasores han situado estratégicamente en los lugares más señalados del planeta.
Pero no adelantemos acontecimientos y comencemos a explicar los antecedentes que rodean a este excelente programa llamado Bomb Jack.
Como ya sabréis los asiduos lectores de nuestra revista, y en especial aquéllos que sigan la sección de Micropanorama, este nuevo programa, realizado por Elite, está basado, o mejor dicho, es una muy fiel reproducción de uno de los juegos más famosos existentes actualmente en las máquinas de vídeo.
Esta experiencia ya había sido llevada a cabo anteriormente por Elite, pues como recordaréis, el archipopular Commando también tuvo su origen en dicho tipo de máquinas y en vista del éxito alcanzado, los directivos de la casa decidieron realizar una nueva tentativa que, a buen seguro, alcanzará unas cotas tanto o más altas que las de su predecesor.
Pero no creáis que esta afirmación la hacemos de una manera gratuita, ya que es de suponer que si Commando, con una calidad justita y con unos gráficos más pobres, llegó a ser lo que es, pues mucho más lógico será afirmar que Bomb Jack, que posee unos gráficos bastante vistosos (aunque escasos), una calidad sensiblemente superior y una adicción similar, sino a cualquier otro programa que se interponga en su camino. Aunque también hay que reconocer que esto del software es completamente imprevisible y nunca se puede afirmar con seguridad lo que va a ocurrir con un programa. Así pues, atendamos más directamente los asuntos propios de este Bomb Jack.
Como decíamos al principio, el protagonista de este simpático arcade es un diminuto ratonzuelo volador, hábil como el que más y veloz como pocos. Su misión consiste en pasearse por las construcciones más famosas de la Tierra: las Pirámides de Egipto, la Acrópolis de Atenas, los rascacielos de Nueva York y un opulento castillo centroeuropeo, e ir recogiendo en estos diferentes escenarios las innumerables bombas que los alienígenas de turno han colocado con vaya usted a saber qué mal intencionado fin.
Estos explosivos, por supuesto, se encuentran protegidos por sus mismos invasores y Jack deberá darse toda la prisa que pueda en recogerlos o de lo contrario irán apareciendo cada vez un mayor número de enemigos que intentarán dificultarle aún mucho más las cosas.
Jack no dispone de ningún tipo de armas para protegerse de los ataques contrarios, por lo que prácticamente lo único que puede hacer es esquivar a los seres flotantes y evitar ser rozado por cualquiera de ellos.
Sin embargo, afortunadamente para todos, cada cierto tiempo caen del cielo unos extraños paquetes que si logramos alcanzarlos harán que todos los alienígenas queden temporalmente paralizados, lo que nos permitirá, además de movernos con más libertad por los escenarios, el poder acabar con ellos simplemente por el hecho de tocarlos.
A medida que vayamos limpiando de bombas las distintas construcciones, el nivel de dificultad irá aumentando y cada vez resultará más y más entretenido el jugar con este Bomb Jack.
Como veis, el argumento del programa es bastante simple, ya que esto es básicamente todo lo que tenemos que hacer durante el transcurso del juego, pero a pesar de ello y gracias a que la colocación de las bombas va cambiando constantemente, el resultado final no resulta en absoluto monótono, sino que por el contrario, es de lo más divertido.
En definitiva, Bomb Jack es un programa que presenta un gran número de virtudes, tanto en sus aspectos gráficos como en los de divertimento, por lo que, sin duda alguna, dentro de poco tiempo oiremos hablar mucho de él.
