• Videojuegos Retro
soloretro

Populous | Juego: Amiga 500 | Peter Molyneux | Bullfrog Productions · 1989

  • 5 de noviembre de 2017

Juego: Populous

Sistema: Commodore Amiga 500

Bullfrog Productions

Programadores: Peter Molyneux, Glenn Corpes

Gráficos: Peter Molyneux, Glenn Corpes, Andy Jones, Sean Cooper, Dan Wheeler

Música: David Hanlon, Rob Hubbard

1989

Si hubiera que elegir a algún fabricante de juegos por su buen hacer en la creación de nuevos estilos de juegos, sin duda Electronic Arts estaría entre los primeros lugares. Sus productos siempre tienen un sello inconfundible y original, en el que se aprecia un trabajo profundo y detallista.

Juegos como Populous vuelven a resaltar este aspecto. Se trata de un juego totalmente novedoso en el que la estrategia es fundamental. Pero también tiene partes de acción, y hace falta mucha habilidad y agudeza para conseguir cumplir los objetivos.

El juego viene presentado en una pequeña caja junto con los manuales. Además del disco con el programa es necesario un disco en blanco para guardar los datos de vez en cuando. Populous está para que una persona juegue contra el ordenador, aunque pueden participar dos jugadores mediante una conexión DataLink, por cable o a través de módem.

En populous el jugador hace el papel de Dios de un mundo imaginario. El ordenador se encarga de controlar al Demonio, las Fuerzas de la Oscuridad. Ambos compiten por hacerse con el poder del Mundo. El Mundo no es ni más ni menos que un escenario de considerable tamaño en el que los pequeños habitantes se mueven, construyen casas y cuidan la tierra.

El objetivo del juego es conquistar completamente el Mundo, eliminando a todos los personajes del contrario. Para ello, el Dios debe alentar a sus fieles (los habitantes) para que prosperen, edifiquen y crezcan. En un momento dado, se les podrá enviar a luchar contra los enemigos.

El control sobre esos pequeños seres es muy relativo. No se les puede dar órdenes precisas, pero sí aprovechar su fe para conseguir que realicen ciertas acciones. En cada bando hay un líder carismático sobre el que el Dios tiene ciertos poderes. El líder, a su vez, es seguido fielmente por el resto de los habitantes. También hay un Imán Papal, una especie de edificio sagrado que en un momento dado también puede atraer a la gente.

Cada bando tiene su líder, su Imán Papal y cierta cantidad de habitantes al principio del juego. Con un poco de habilidad se puede conseguir que poco a poco crezcan y evolucionen construyendo terrenos.

El Mundo de Populous tiene unas dimensiones limitadas y es plano... ¿Alguien dijo que tenía que ser esférico? El Libro de los Mundos que aparece en la parte superior de la pantalla muestra una especie de vista general del planeta. En la parte inferior, una ampliación del Mapa permite ver con detalle una pequeña porción del terreno.

Los Mundos suelen estar compuestos de terrenos más o menos elevados y grandes extensiones de agua. Los habitantes deambulan por dichos terrenos buscando lugares planos en los que poder edificar. Por lo tanto, el objetivo principal del Dios es modificar los terrenos de forma que predominen las planicies, y los habitantes se sientan cómodos, edifiquen y se reproduzcan.

Las edificaciones varían según la cantidad de gente que contiene y su grado de evolución. Desde simples chozas de piel hasta grandes castillos fortificados, pasando por refugios y habitáculos diversos.

El juego transcurre normalmente en distintos tipos de escenarios: el Mundo Natural, el Mundo de Hielo, el Desierto y el Mundo de Fuego. Cada uno tiene unas características propias que hacen que los habitantes perezcan antes, se cansen o tengan problemas para desplazarse. Este aspecto también ha de tenerse en cuenta a la hora de planificar la estrategia general del juego.

Entre los poderes divinos con que cuenta el jugador para dirigir a los fieles y controlar el terreno se encuentran órdenes de influencia del tipo "Ir hacia el Líder", o "Ir hacia el Imán Papal", "Construir", "Explorar", etc, que siempre acatan todos los personajes. También se puede subir o bajar el nivel del terreno a voluntad, de forma que montañas y valles queden a un mismo nivel y los personajes tengan más facilidades para edificar. Unos iconos en forma de flechas permiten desplazarse por el terreno.

Otras opciones interesantes permiten seleccionar un personaje para poder seguirle en cualquier momento, y también se puede grabar o cargar una partida en disco.

Los auténticos poderes divinos dependen de una energía llamada Manna, que proviene precisamente de la cantidad de fieles que tenga el Dios. Cuanto más Manna hay acumulado, mayores son los efectos naturales que se pueden producir en el terreno, en forma de terremotos, volcanes, mareas, pantanos, etc. Estas acciones se encaminan generalmente a empeorar las condiciones de vida de los enemigos y evitar que progresen.

Los habitantes de los Mundos de Populous son generalmente pacíficos y se dedican a edificar en las tierras. Sin embargo, como el objetivo es destruir a todos los enemigos, el Dios puede nombrar a uno de ellos caballero. Los caballeros son auténticas máquinas de guerra.

Las Tierras Prometidas, Este es el simpático título del disco de escenarios que se vende por separado y que permite ampliar los Mundos de Populous con nuevos terrenos. Entre ellos están el Mundo del Oeste, la Revolución Francesa y tres curiosos escenarios más: Block Land (el Mundo de los Bloques), Silly Land (El Mundo Loco) y The Bit Plains (Las Planicies de Bits). Estos dos últimos son especialmente divertidos, tanto por los escenarios como por la animación y los personajes.

Resulta especialmente divertido construir terrenos con bloques, o ver cómo en Silly Land los guerreros atacan a sus enemigos y... ¡se los comen! Desde luego, la idea de los nuevos discos de escenarios es sumamente interesante.

No cabe duda que Populous es un gran juego en todos los sentidos. En el aspecto gráfico los detalles y el colorido rozan la perfección. La animación es simplemente genial, y los personajes parecen realmente vivos.

La banda sonora acompaña perfectamente al juego: sonidos del viento, cánticos de fondo... y un latido de corazón que se acelera cuando la derrota está próxima. La música de la pantalla de presentación es obra de Rob Hubbard, toda una maravilla.

Vídeo relacionado