Juego: Obliterator
Sistema: Commodore Amiga 500
Psygnosis
Programadores: David H. Lawson
Gráficos: Garvan Corbett, Jim Ray Bowers
1988
Siguiendo con su línea clásica, Psygnosis ha lanzado recientemente un nuevo juego "estilo Barbarian". En realidad, es parecido se debe únicamente a las técnicas empleadas en la programación y en le aspecto exterior de los gráficos y los controles, puesto que la historia del juego no tiene nada que ver.
En Obliterator, todo el juego se puede controlar mediante iconos de menú, con el ratón. Esto se debe a que los movimientos del personaje son muchos y variados, y el control mediante el joystick es harto difícil. Aunque se puede jugar también con el joystick y con el teclado, el manual no lo recomienda. Con el ratón basta con hacer un click sobre los iconos de movimiento para desplazarse por la pantalla y realizar acciones, como disparar, agacharse, recoger objetos, etcétera.
La acción se desarrolla en un lejano futuro, cuando unos extraños invasores tratan de apoderarse de la Tierra. Como siempre sucede en este tipo de historias galácticas. los invasores no son nada amistosos, de modo que te han encargado a ti, como el último de los Obliterators (guerreros equivalente a algo así como los Blade Runners) que le infiltres en la nave nodriza enemiga y la destruyas. Para conseguirlo hay que encontrar cuatro piezas vitales para ir inutilizando poco a poco la nave: los motores de plasma, los escudos defensivos, el sistema de armamento y la base de datos de la lanzadera para finalmente destruirla completamente.
Como en todos los juegos de Psygnosis, el aspecto gráfico es uno de los que están más cuidados. Tanto los fondos, que son magníficos, como los personajes, con multitud de detalles, son de increíble factura. Los gráficos de la animación son buenos, pero se nota un poco de lentitud y, por decirlo de alguna manera, pesadez. Los personajes mueven "a saltitos" como en otros juegos de Psygnosis. Si fuera más rápido y un poco más suave, completaría un magnífico juego.
El escenario se compone de multitud de habitaciones, conectadas entre sí mediante pasillos, puertas y escaleras. Dependiendo de la pantalla, pueden encontrarse multitud de cosas, desde objetos para recoger (armas, munición) hasta enemigos feroces, androides o robots guardianes. Algunos van montado en motos espaciales, otros son robots bastante estúpidos y la mayoría parecen personajes escapados de cualqueir cantina del "Retorno del Jedi". Estos obstáculos hay que eliminarlos a base de fuerza bruta, ¡para variar! Al disparar, al contrario que en otros juegos, se puede apuntar, moviendo los brazos del protagonista en la dirección deseada. Conviene utilizar siempre el arma más apropiada, puesto que algunos de los enemigos no son tan fáciles de eliminar como los demás. Si tienes un rifle o una pistola desintegradora, podrás utilizarlos contra enemigos un poco más reacios.
Como complemento, todo el juego va acompañado de una música de fondo verdaderamente magnífica, digitalizada y amena. En conjunto, Obliterator forma un juego entretenido, si bien no aporta grandes novedades. Se pueden pasar muy buenos ratos descubriendo pantallas, explorando la nave nodriza y practicando la puntería con los extraterrestres.
