Loriciels, casa francesa totalmente desconocida para los usuarios de Spectrum, nos presenta una de sus bombas del año. Avalado por René Metge, ganador en una ocasión del París Dakar y famoso piloto de la serie Cup francesa (algo así como la Copa Renault pero con Porsche 944) y bajo la aureola de ser uno de los mejores programas de simulación deportiva, nos presentan este «Turbo Cup».
¿Qué quieres saber?
Ficha de Turbo Cup
Videojuego: Turbo Cup
Sistema: ZX Spectrum 48K/128K
Loriciels
Programadores: N/S
Año: 1989
Análisis de Turbo Cup
Anticipemos que nos parece perfecto que una casa francesa especializada en 16 bits y en Amstrad, comience a programar en Spectrum, y más aún cuando lo hacen con uno de sus mejores o más promocionados programas.
Pero, desde luego, no se han lucido mucho con este estreno, porque programas del estilo de éste y, por supuesto, algunos bastante mejores, han pasado en muchas ocasiones por vuestras manos. La idea de controlar un Porsche no es mala; la de que sea una competición lo más real posible (con trompos y derrapajes incluidos) tampoco; la de que esté asesorada, es decir, que no sólo hayan utilizado el nombre del piloto francés, sino también su apoyo logístico, es original. Pero de las ideas teóricas a la realización práctica se ha perdido toda la calidad que se hubiera deseado alcanzar.
El coche es incontrolable, se mueve a trompicones y sin la aceleración suave y constante que sería de desear; el marcador de velocidad y posición actual es ilegible, lo que demuestra muy poco conocimiento de los atributos del Spectrum (el rojo sobre el magenta no se lee "ni patrás").
A este cúmulo de elogiables detalles hay que sumar que el juego comienza nada más terminar de cargar, sin que aparezca ningún menú de selección ni nada por el estilo, además de que el reloj empieza a contar, con lo que, con un poco de suerte, cuando empecéis a calentar los neumáticos ya llevaréis casi una hora y media de carrera, con lo que vuestra posición en la parrilla será de todo punto inaceptable. También hay que destacar el "tremendo" sonido que se ha incorporado, que no es ni bueno ni malo sencillamente porque no es, es decir, no hay ningún tipo sonido, ni siquiera un tímido "brrrrrrrr".
En suma, si toda la producción para Spectrum de Loriciels va a ser como este «Turbo Cup», mejor que se sigan dedicando a otros sistemas.
