En el ejemplar correspondiente al mes de noviembre de la revista británica Computer + Video Games, ha aparecido un comentario referido al programa de Dinamic «Olé, toro», que ha causado en nuestra redacción una gran indignación. El texto, que transcribimos íntegramente a continuación, dice así "Un asqueroso «deporte» ha sido convertido en un asqueroso «juego» gracias al equipo de programación español Dinamic. Ellos han cogido su pasatiempo nacional de asesinar toros en público y lo han convertido en el trozo de software más vomitivo que he visto desde hace mucho tiempo. Tal y como sucede en la realidad, la idea del juego consiste en conseguir que tu pequeño «matador» asesine al toro en la forma más «artística» posible.
La gente que ha realizado este juego debería tener sus orejas cortadas y U.S Gold —(la compañía que se ha encargado de su distribución en Gran Bretaña)—, debería avergonzarse de estar importándolo actualmente. «Si te encuentras con esto en los estantes de tu tienda de ordenadores, diles que lo quiten y lo pongan en el lugar que le corresponde. En la basura. Es un juego cruel y bárbaro que nunca debería haber sido realizado»."
Bien. Evidentemente no vamos ahora a entrar en polémica a cerca de las connotaciones de violencia que puede tener la fiesta de los toros o tratar de compararlas con otras costumbres o manifestaciones de la barbarie británica, que, como todos sabemos, también existen en aquel país, como en cualquier otra parte del mundo.
Simplemente vamos a ajustamos a los hechos. Por eso, y dejándonos llevar por la pura lógica, surgen las preguntas ¿Es más violento Olé Toro que Commando ¿Desde cuándo es más «artístico» matar a cientos de japoneses que ponerle unas banderillas a un toro? ¿Es, quizás, Olé Toro el primer juego realizado con matices de violencia?
Lo que no se puede negar es que más del 90 por 100 de la producción de videoiuegos consisten en destruir, en «matar» a un enemigo, lo que a nuestro entender, no es precisamente la principal filosofía del movimiento pacifista.
Por estas razones nos parece de un cinismo manifiesto el que se hayan hecho estas afirmaciones cuando desde los inicios del software, se han venido sucediendo en los primeros puestos de las listas de éxitos títulos tan anti-violentos como: Green Beret, Rambo, Commando o Who Dares Wins, por citar algunos.
En fin, es posible que los programadores de Dinamic se merezcan que les corten las orejas, pero entonces, y haciendo uso del mismo silogismo utilizado por esta revista británica, a los que han programado todos estos juegos deberían cortarles el rabo.
