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The Trap Door | Juego: ZX Spectrum | Don Priestley · 1986

  • 2 de abril de 2018

Juego: The Trap Door

Sistema: ZX Spectrum

Piranha

Programadores: Don Priestley

1986

Una nueva compañía británica viene a sumarse a la ya bien nutrida lista de casas dedicadas a la creación de software. Su nombre es Piranha y ha hecho aparición en el mercado con dos interesantes títulos. Uno de ellos es este sensacional The Trap Door, (La Trampilla), con el que vienen a demostrarnos que aún quedan programadores con la suficiente imaginación como para realizar juego con un alto nivel de calidad y con la suficiente originalidad como para despertar la atención de los usuarios. Un excelente juego que posiblemente muy pronto se convertirá en un gran éxito.

En algún recóndito y perdido oscuro lugar, se encuentra un viejo y tenebroso castillo, residencia habitual de la Cosa Mala.

Allí en los rincones más profundos y fríos, se encuentra Berk, quien por su intrínseca condición de esclavo, cumple puntualmente los deseos y órdenes de su amo.

Pero ahora Berk tiene la oportunidad de su vida: obtener la libertad. Para ello tan sólo tiene que cumplir cinco extrañas misiones, rápida y correctamente, para satisfacer de una vez el voraz apetito de la Cosa Mala.

Pero tan tiránico amo no es una persona fácil de satisfacer y Berk mucho tendrá que sufrir para contentarlo por completo en cada una de las tareas. La verdad es que sus gustos son un tanto exóticos y sus platos favoritos, tales como zumo de ojos, raciones de gusanos, sesos... son platos nada fáciles de conseguir. Por eso este simpático esclavo tendrá que utilizar toda su astucia, inteligencia y habilidad para dar gusto a su jefe y obtener la tan codiciada tarjeta de libertad.

El desarrollo del juego aparentemente resulta bastante sencillo, pero a la hora de la verdad las cosas cambian considerablemente. El único cometido que tenemos que cumplir es el de coger los animalillos, introducirlos en el recipiente correspondiente y hacérselos llegar al masa a través de un elevador interior. Elemental, pero difícil misión; pero sobre todo, original y divertida.

El elemento principal del juego es, como su propio nombre indica, una trampilla. De ella saldrán la gran mayoría de los bichos que tendremos que capturar para satisfacer a la Cosa Mala y por ella aparecerán también algunos de los temibles monstruos y fantasmas que pueblan los sótanos del castillo y que, por supuesto, aprovecharán la menor ocasión para escapar y entorpecer nuestras humildes labores.

El caso es que The Trapo Door es un juego extraño. De momento, como habréis podido comprobar, la misión es bastante peculiar, pero son otros factores los que le hacen ser un programa muy particular. Por ejemplo, en contra de lo que estamos acostumbrados a ver últimamente, la acción se desarrolla por completo en apenas seis o siete pantallas. Pero tampoco vayáis a pensar (y lo podéis comprobar en las fotografías) que éstas se encuentran repletas de objetos y cosas. Al contrario, apenas aparecen dos o tres útiles en cada una de ellas. Sin embargo. en ningún momento Hegamos a tener la impresión de que estamos en un lugar pequeño o vacio. Hay muchas cosas que hacer, y muy deprisa, entre estas pocas habitaciones; pero sobre todo, hay que descubrirlas antes.

Esta es la verdadera dificultad del juego. El llegar a saber exactamente dónde se encuentran los bichos que tenemos que capturar y el encontrar la utilidad adecuada a los pocos objetos de los que disponemos. Pero esto resulta, repetimos, de lo más divertido.

En cuanto a las valoraciones más o menos técnicas, diremos que tenemos ante nosotros un juego verdaderamente de calidad. Sus aspectos gráficos son realmente originales y vistosos y, sin duda, vienen a romper la monotonía de diseño a la que últimamente nos someten la mayoría de los juegos. Por otra parte, el ambiente que envuelve todo el programa está cargado de connotaciones simpáticas y graciosas que hacen que, en conjunto, The Trap Door resulte francamente entretenido y adictivo. Uno de los mejores y más originales programas del momento.

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