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Mortadelo y Filemón - ZX Spectrum de Magic Bytes (1988)

  • 13 de junio de 2019

Por fin, después de muchos años de sufrimiento, mis deseos se habían cumplido: el doctor Bacterio había sido secuestrado por la A.B.U.E.L.A. Ya no tendríamos que probar más horribles inventos, ni escuchar sus soporíferas conferencias sobre la reproducción del caballito de mar en la época de estío.

¿Qué quieres saber?


Ficha de Mortadelo y Filemón

Videojuego: Mortadelo y Filemón (Clever & Smart)

Sistema: ZX Spectrum 48K

Magic Bytes

Programadores: Micro-Partner (Volker Marohn, Olaf Marohn, Holger Ahrens, Udo Graf), Abdul

Año: 1988


Análisis de Mortadelo y Filemón

Microhobby nº174

Pero como alguien famoso dijo en su momento, «No todo puede salir bien», el Super nos había encargado al jefe y a mí que rescatáramos a esa sabandija científica que tan malos ratos nos había hecho pasar.

Lo primero que se me ocurrió fue colocarme el disfraz de atleta y, emulando a Ben Johnson, dirigirme rapidísimamente a Pernanbuco donde, casualmente, se acababa de poner enferma una tía segunda a la que tenía que cuidar.

Pero, como ya es costumbre, tuve mala suerte y dos de los agradables guardias de seguridad de la TIA utilizaron métodos convincentes en forma de cachiporras para hacerme desistir de mi improvisado y apresurado viaje.

El jefe no tuvo mejor suerte y sufrió unas ligeras contusiones al caerse des de el piso 29 del edificio de la agencia: se escondió en el marco de una ventana y el Super, «distraídamente», la abrió, consiguiendo que el jefe alcanzara el récord mundial de caída libre y fracturas múltiples.

Antes tales métodos, no tuvimos más remedio que quedarnos con el caso. Y la cosa no era fácil.

La información que se había recopilado hasta ahora indicaba a Miniapolis como la ciudad donde los secuestradores habían llevado a nuestro «querido» rehén.

Nuestra suerte no podía ser peor. Casualmente habíamos estado en aquella ciudad hace algunos meses y sus habitantes no quedaron excesivamente contentos con nuestra visita, por lo que tendríamos que actuar con muchísima cautela. Además, el presupuesto para la misión no era excesivo, sino todo lo contrario, por lo que tendríamos que utilizar todas las triquiñuelas posibles para conseguir alimentarnos y comprar los utensilios necesarios.

Lo primero que hicimos fue dirigirnos al rastro, donde Joe Melorobo, el único amigo que teníamos en la ciudad, nos regaló una caja de herramientas y una ganzúa.

El principal problema era comprar algo en la ferrete ría, ya que Ana Voltios, la dueña, estaba muy enfadada on nosotros desde que el jefe y yo le rompimos su precioso Snoopy.

Pero la diplomacia siempre ha sido nuestro punto fuerte. Nos dirigimos a la tienda de Rebajas el Listo, donde adquirimos la bata, el disfraz de cazo y el de rata. Con la primera podríamos comprar unas flores en la tienda de la foca soltera que nunca ha sido de lo más amable con nosotros.

Las flores siempre le habían hecho mucha ilusión a Ana y habíamos conseguí do convencerla para que nos vendiera los enchufes y algunos metros de cable.

La cosa iba sobre ruedas. Se me había olvidado contaros que Mac Muchohablo, el más famoso confidente de la ciudad nos había dado el soplo de que el doctor Bacterio estaba atrapado en un muro en las alcantarillas de la ciudad.

Nuestro próximo objetivo era conseguir una broca, unos alicates y un destornillador, elementos funda mentales para nuestra posterior labor de electricistas subterráneos Chapuzas Acmé era el sitio donde conseguiríamos la broca, pero había un pequeño problema: sólo vendían a socios, socios que tenían un curioso sistema de identificación: disfrazarse de cazo.

Esto no era un problema para un rey del disfraz como yo, así que la broca pasó a engrosar nuestra ya larga ristra de herramientas. Los alicates y el destornillador se conseguían en Chatarras, S A,, en donde también habría que utilizar un curioso sistema «caceril» para que nos vendieran algo.

Armados de todos los instrumentos necesarios, nos dirigimos a las alcantarillas, donde deberíamos tomar la corriente de una de las cajas de distribución para poder perforar los distintos muros hasta encontrar a Bacterio.

La idea es mía, pero el jefe se la apropio rápidamente y, con su habitual habilidad, se encargó de ir soltando e! cable por los túneles. Era fundamental llevar la línea eléctrica por todo este laberinto, ya que, de lo contrario, no podríamos utilizar la broca para perforar.

Por si todo esto fuera poco, teníamos una especial suerte en encontrar cables de alta tensión, tuberías de butano o agua cuando perforábamos con las graciosas consecuencias que os podéis imaginar...

Y este es el guión de «Mortadelo y Filemón», un programa que viene a unirse a la ya larga lista de personajes del cómic que han visto cómo el trazo firme de su autor es cambiado por un conjunto de píxeles en movimiento y las viñetas por pantallas de ordenador.

Y ojalá todas estas conversiones cómic ordenador alcanzaran la calidad que han imprimido los programadores alemanes de Magic Bytes a esta primera aventura informática de los inmortales personajes creados por Francisco Ibáñez. El desarrollo, los gráficos y gran parte de las acciones a realizar son de lo más divertido que hemos visto en mucho tiempo, aunque también hay que reconocer que no somos del todo objetivos con este programa ya que todos nos acordamos aún de los ratos felices que hemos pasado leyendo aventuras de estos desastrosos agentes de la TIA.

Obviando esta posible subjetividad, hay que reconocer que «Mortadelo y Filemón» es un buen producto, mezcla de arcade y vídeoaventura, ingeniosamente realizado y con un nivel de dificultad que estamos seguros os va a obligar a intentar rescatar al profesor Bacterio durante días o semanas. No se puede pedir más.

Entrevistas


Reseñas de Mortadelo y Filemón

Microhobby nº165

Por este nombre es posible que muchos de vosotros no conozcáis a estos dos famosísimos agentes secretos que nacieron de la pluma de Francisco Ibáñez. Pero si os decimos que ése es el nombre bajo el que se publican las divertidas aventuras de Mortadelo y Filemón en los países de habla no hispana, es posible que ya os suene más de lo que va la historia.

En esta primera entrega informatizada de nuestros simpáticos amigos, deberán rescatar al Doctor Bacterio, ese extraño personaje de barbas que siempre inventa aparatos cuyo buen uso tiene que ser probado «voluntariamente» por nuestros amigos.

Os mantendremos informados según nos vayan llegando más noticias del pobre Bacterio, pero os podemos adelantar que la cosa promete ...


Valoración de Mortadelo y Filemón

Microhobby nº174

  • Originalidad: 90%
  • Gráficos: 80%
  • Movimiento: 70%
  • Sonido: 70%
  • Dificultad: 90%
  • Adicción: 90%

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