Hace unas semanas, coincidiendo con
los primeros rumores respecto de la venta de Sinclair a Amstrad, nos desplazamos a
Londres con objeto de seguir sobre el terreno el curso de los acontecimientos. Una de
las personas con las que tuvimos ocasión de contactar fue con Tony Tebby, el diseñador
del sistema operativo del QL. Por razones que ignoramos se negó rotundamente a ser
fotografiado, aunque si accedió a responder a nuestras preguntas.
MH.—¿Puede hacernos una pequeña reseña de su relación con Sinclair Research y, más concretamente, con el proyecto QL?
TT.— Yo trabajé durante aproximadamente dos años en Sinclair Research en el sistema
operativo de un proyecto que finalmente se convirtió en lo que hoy es el QL.
MH.—¿Por qué dice «se convirtió»? ¿Acaso no estaba previsto que fuese así?
TT.—No, tengo que decir con tristeza que esa máquina se parece muy poco a la que yo
diseñé. El proyecto original consistía en un ordenador portátil, con display o monitor
incluido, alimentado por baterías de gran autonomía, impresora también incluida, Modem
para comunicaciones y otras muchas facilidades que la convertían en una máquina
realmente excepcional.
MH.—¿Dejó Sinclair por ese motivo?
TT.—Abandoné Sinclair Research al día siguiente del lanzamiento del QL. Me sentía
defraudado con el giro que había tomado el proyecto original y todas las promesas que la
compañía me había hecho quedaron disueltas como el humo. Obviamente, no podía continuar
allí.
MH.—Suponemos que estará ya trabajando en nuevos proyectos.
TT.—Desde entonces, en los últimos meses. he trabajado como consultor, asesorando a
varias compañías y he añadido al QL las cosas que yo creo que le faltan con objeto de
remediar sus deficiencias. Ahora el QL y todos los derechos de producción y distribución
han sido vendidos a Amstrad y este ordenador se contempla como una máquina en peligro de
extinción. Parece ser que Amstrad, por miedo a la competencia que representa para sus
modelos CPC 6128 y PCW 8256, pretende su desaparición gradual del mercado.
MH.—¿Qué va a pasar con el usuario, que como siempre resulta el más afectado?
TT.—Estamos buscando una solución por una doble vía. Por una parte, intentamos comprar a
Amstrad los derechos del QL ya que esta empresa no parece interesada en su fabricación.
Por otro lado, durante los últimos meses he trabajado intensamente en el prototipo de
una máquina plenamente compatible con el QL. Las características técnicas más
importantes que puedo adelantar son: un megabyte de memoria y una unidad de disco
integrada de tres y media pulgada. Se llama QLT y por supuesto, no tendrá nada que ver
con Amstrad ni Sinclair.
MH. Por lo que parece, su proyecto se presenta como una alternativa al QL.
TT.—En realidad veo esta nueva máquina como el sustituto ideal para el QL en el mercado
británico. Ahora mismo estoy intentando obtener el respaldo de los ditribuidores de
Inglaterra, precisamente estas mismas compañías que actualmente producen Software y
algunos periféricos para el QL.
MH.—¿Qué tipo de respuesta ha obtenido de los fabricantes?
TT.—Estos distribuidores y fabricantes están obviamente interesados en tener en el
mercado un ordenador que sea compatible con sus productos y por esta razón espero no
tener excesivas dificultades en obtener su apoyo, tanto económico como de cualquier otro
tipo, para emprender esta aventura.
MH.—Una última presunta, ¿por qué «QTL»?
TT.—Por continuidad y también porque en inglés «QTL» se pronuncia igual que «CALIDAD» (sonríe).