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Barbarian | Juego : Amstrad & Spectrum | Psygnosis | Valoración (1989)

  • 20 de abril de 2016

Psygnosis ha sacado al mercado un nuevo juego llamado Barbarian, y por suerte no tiene no tiene nada que ver con otro del mismo nombre.

Hegor, desde que era un chiquillo, fue entrenado por su padre Thron, el jefe de la aldea, para manejar con habilidad todas las armas conocidas. Cada día antes de amanecer los dos se iban al bosque y allí Thron le enseñaba todos los conocimientos que generación tras generación se transmitían de padre a hijos.

-La primera arma que debes aprender a manejar es la espada -dijo Thoron. Es rápida y muy efectiva en los enfrentamientos cuerpo a cuerpo.

Después de varios meses de aprendizaje el padre se dirigió a Hegor y dijo: -Ya estás preparado para usar la espada, ahora vayamos por el escudo hijo mío-.

Thoron le cedió a su hijo su pesado escudo y los dos se enfrentaron en un combate. Hegor tiró a su padre al suelo y le puso la punta de la espada en el cuello: -¡Muy bien hijo!, ya sabes más que tu maestro, pero todavía no estás preparado. Te falta el arma más difícil. El arco.

Thron colocó una naranja en el árbol más lejano y, disparó una flecha. Esta se clavó en el centro. Cuando tú puedas repetirlo estarás preparado para enfrentarte a cualquier eventualidad.

Cuando más unidas eran las relaciones entre los dos, ocurrió un hecho que dejó marcado a Hegor para siempre. Un día, cuando volvía del bosque en busca de leña vio una escena que le congeló la sangre de las venas. Una horda de malvados guerreros, encabezados por el malvado Necron estaba atacando la aldea de Hegor. La gente huía despavorida en busca de protección. Todos los hombres salieron de sus casas para intentar defenderse, pero los invasores eran más numerosos y enseguida acabaron con el intento de resistencia. Sólo quedaba un hombre que plantaba la cara, su padre. Thoron blandiendo su espada se enfrentó con Necron. Este le lanzó un hechizo que lo lanzó por los aires. Al caer se golpeó la cabeza con una piedra y murió en el acto. Hegor bajó rápidamente la colina y cogió la cabeza de su padre; la colocó en sus rodillas y dijo: -¡Juro que te vengaré!

Hegor cogió todas las armas, las metió en su saco y emprendió la búsqueda del reino del dragón. Después de un largo período de tiempo llegó a la tan esperada tierra. En la superficie se podía ver un enorme orificio y Hégor se lanzó por él. Por unos instantes perdió toda constancia del tiempo. Sabía que se encontraba en la tierra de los dragones. A partir de estos momentos se enfrentaría con infinidad de seres extraños. Sólo podía sobrevivir gracias a los conocimientos que su querido padre le transmitió.

El juego

El objetivo de Hegor es descender por los subterráneos de la Tierra de Durgan y localizar a Necron, el jefe de los dragones con un único fin: su destrucción. Para ello tendrás que recorrer las abundantes pantallas de las que consta el extenso mapa y enfrentarte a los innumerables enemigos que se te cruzarán en tu camino.

Sólo dispones de tres vidas y de las espada que tu desaparecido padre te legó. En la parte inferior de la pantalla podemos observar una serie de iconos cuyas diversas funciones afectan a nuestro personaje. Los cuatro primeros permiten a Hegor mover a Hegor en todas las direcciones. Los restantes de izquierda a derecha realizan las siguientes acciones: descansar, saltar h hacia adelante, correr en ambas direcciones, usar el arma seleccionada en este momento, saltar hacia atrás y el último dejar el arma y correr.

Además, apretando la barra espaciadora accedemos a un pequeño submenú compuesto por tres iconos que de izquierda a derecha tienen el siguiente significado: coger, cambiar y dejar el arma. También aparecen las siguientes informaciones: armas de que disponemos, número de flechas, vidas que tenemos y el tiempo transcurrido desde el comienzo de la misión. El contacto con algunos de los enemigos, las caídas desde gran altura y las trampas que existen en los subterráneos nos harán perder una de nuestras escasísimas vidas. El extenso mapeado está dividido en varios sectores. La mayoría representan el interior de una caverna, con rocas, acantilados y plantas exóticas, pero también hay construcciones simples de madera, escaleras y puentes construidos por los demoníacos personajes que habitan esta tierra, para un mejor desplazamiento por ella. Para nuestra defensa encontramos unas flechas que es necesario recoger que posteriormente, con el arco que encontremos más adelante, utilizarlas. Otra arma que debemos conseguir es el escudo, de vital importancia para poder concluir nuestra misión. Los enemigos que encontraremos son de lo más extraños; sapos carnívoros que se lanzarán sobre nosotros cuando menos lo esperemos, druidas encapuchados de brillantes ojos que lanzan bolas incandescentes cuyo impacto es mortal, dragones verdosos cuyo zarpazo nos hará morder el polvo, guerreros esqueléticos con escudo y espada en ristre, otros sapos saltarines con pico de pato, cavernícolas armados con un hacha de piedra, perros rabiosos muertos de hambre y viejos hechiceros cuya especialidad es freírnos con una bola de fuego que nos lanzarán nada más avistarlos. Y cómo no, al final de nuestro camino se encuentra Necron el jefe de los dragones y amo de esta tierra, maligno y poderoso personaje, culpable de la muerte de nuestro padre.

Conclusión

Jugar a este Barbarian es una completa gozada. Un servidor que ha tenido la suerte de jugar en la versión ATARI se sorprendió de lo bien realizada que estaba la conversión para los ordenadores de 8 bits. La pantalla de presentación es increíble y además se presenta delante de nuestros ojos con un efecto de cortinilla. La animación de Hegor y de los demás enemigos está muy bien hecha. Los paisajes son simples, pero cumplen con su cometido de presentarnos el interior de una cueva. El scroll de pantalla es brusco pero afectivo. Los efectos sonoros son escasos, no afectan al programa para nada. Resumiendo, un programa 10.