Juego: Powerdrome
Sistema: Commodore Amiga 500
Electronic Arts
Creador: Michael Powell
1989
Desde el lanzamiento del Amiga muchos usuarios esperaban un juego de carreras definitivo: acción, velocidad, buenos gráficos y emoción. Powerdrome cubre todas estas necesidades y proporciona al jugador un interesante reto.
Powerdrome es una carrera del futuro en la que el jugador pilota una pequeña nave espacial monoplaza, modelo Typhoon. Junto con otros cuatro corredores se compite en varios circuitos de distintos planetas. En este aspecto, el juego recuerda a algunos clásicos como Pitstop II o Ferrari Fórmula 1: las pruebas, la carrera de competición, la entrada en boxes para reparar y preparar la nave, los diferentes circuitos... Una interesante opción permite competir con otra persona mediante un cable DataLink vía módem.
Las principales características de Powerdrome son su enorme calidad gráfica y su velocidad. Unos gráficos tridimensionales casi perfectos muestran una vista personalizada del circuito. Al mismo tiempo, los movimientos de la nave van acompañados de una velocidad pocas veces vista en otros juegos. Powerdrome es acción pura. La vista puede incluso ampliarse para ocupar la pantalla completa.
La nave puede diseñarse a medida manipulando los alerones, tipo de motor, filtros, etc. Durante la carrera se puede entrar en los boxes para efectuar reparaciones o repostar combustible.
os circuitos tienen la particularidad de ser tridimensionales. Excepto el primero que es de prácticas, los demás cuentan con desniveles y largos túneles que complican el recorrido. La nave puede chocarse con las paredes, aunque sufre daños que a la larga derivan en un peor control sobre el aparato, o incluso su destrucción total.
El control de la nave no es nada sencillo. A pesar de manejarse con ratón, durante las primeras partidas (incluso durante los primeros días) el jugador puede encontrarse bastante desamparado e incompetente para pilotar una nave de tal calibre. Lo mejor es practicar siempre en el nivel 1, un circuito plano y oval, hasta que se aprende el manejo básico de la nave giros, acelerador, freno... y es mejor dejar el "turbo" hasta que se controla bien la nave.
Afortunadamente, unos controles de sensibilidad u un sistema de ayuda automática (el Campo Magnético Centrante) simplifican esta tarea las primeras veces.
Tras el semáforo verde durante la carrera se producen adelantamientos, choques sin importancia y, con la experiencia y el paso del tiempo, finales trepidantes llenas de emoción. El ordenador de a bordo informa sobre los daños sufridos, la clasificación y los tiempos de cada piloto.
En conjunto, Powerdrome es una auténtica maravilla de juego. digno de llevar el sello de Electronic Arts y que puede proporcionar horas y horas de entretenimiento.
