Todos o casi todos conocéis la primera parte de este «Arkanoid». Pues bien, olvidaros de ella y de cualquier otro programa machacaladrillos que hubierais visto hasta ahora, y atreveros a entrar en los peligrosos dominios de Doh.
¿Qué quieres saber?
Ficha de Arkanoid - Revenge of Doh
Videojuego: Arkanoid - Revenge of Doh
Sistema: ZX Spectrum 48K
Imagine Software Ltd
Programadores: Mike Lamb, Ronnie Fowles, Gari Biasillo, Mark R. Jones
Año: 1988
Análisis de Arkanoid - Revenge of Doh
Microhobby nº168
Llevaba seis meses de inactividad desde que eliminé a Doh y su nave Zarg, para bien del universo y de la estabilidad galáctica.
Sin embargo, aquella demencial batalla contra las defensas de Doh, había desquiciado mis nervios. Desde entonces, veía ladrillos por todas partes: las galletas que mojaba en el café eran ladrillos, los cubitos de hielo carbónico de los combinados que degustaba se convertían por arte de magia en peligrosos aliens, toda una serie de alucinaciones que habrían desquiciado al más valiente de los mortales.
Menos mal que los dos meses de permiso en un planeta paradisiaco habían calmado un poco mis tensiones. Sol, chicas, muchas chicas, y todo tipo de placeres habían dejado mis neuronas en perfecto estado de revista.
Ahora, de vuelta a casa, empezaba a recordar la monotonía de mi cargo de instructor de pilotos, el apartamento en la ruidosa ciudad y las rondas por los tugurios más depravados.
Estaba ensimismado en estos pensamientos cuando noté algo especial en la estación del transbordador. Había un despliegue inimaginable de fuerzas del ejército, armadas hasta los dientes y con cara de pocos amigos.
Nunca supuse que todo ese recibimiento estaba preparado en mi honor, pero algo me decía que la rutina se había acabado y algo desagradable me esperaba tras la cara del coronel Argamastlla, mi antiguo jefe, el que me envió a enfrentarme con Doh.
No señor, no me daba buena espina ese oficial y cuando se dirigió a mí con esa sonrisa cínica que parecía que la hubieran esculpido en su cara de piedra, un escalofrío recorrió todo mí cuerpo y parte de mi cerebro.
«¿Qué tal las vacaciones?», preguntó mientras seguía sonriendo. «Bien. Quizá algo cortas, pero bien.» Seguimos la conversación trivial, mientras me acompañaba a un vehículo en el que nos dirigiríamos al cuartel general.
Esto estaba tomando un cariz que no me hacía ninguna gracia. Pero todavía se puso peor cuando, ya en el cuartel general, me enseñaron una foto de un cabezón que me era familiar: Doh.
Mi querido enemigo había vuelto a las andadas. Había conseguido reconstruirse a sí mismo, a su nave y establecido nuevas defensas que harían la vida muy corta a cualquiera que intentara atravesarlas.
Ya os podéis imaginar para qué me habían llevado hasta allí. Tenía que eliminar de nuevo a Doh a los mandos de un Vaus 2, una versión mejorada de la nave con la que lo conseguí en mi primer intento.
Mi primera respuesta fue una rotunda negativa, pero el coronel se propuso convencerme y lo consiguió tras enseñarme las cachas de su nueva pistola desintegradora.
No tenía opción: o me desintegraba mi propio jefe o dejaba que Doh lo intentara, lo cual era también bastante probable.
Con esta predisposición, me monté en mi remozado Vaus y me dirigí a la zona donde se había detectado la presencia de Zarg, la nave de Doh.
No fue excesivamente difícil encontrarla, más que nada porque me estaba esperando y eso no me gustó.
Me introduje en el primer nivel de acceso y, cómo no, allí estaban mis queridísimos ladrillos de colores esperando a que empezara a desmantelarlos con mi acostumbrada habilidad.
Tras eliminar algunos empecé a pensar con lucidez, olvidando la rabia que me había llevado hasta allí, y, una vez en estas condiciones, lo único que pasó por mi mente fue una palabra de siete letras que empieza por «S» y acaba por «O»: ¡SOCORRO!
Otras versiones
Valoración de Arkanoid - Revenge of Doh
Microhobby nº168
- Originalidad: 70%
- Gráficos: 80%
- Movimiento: 80%
- Sonido: 80%
- Dificultad: 90%
- Adicción: 90%
