En Japón se está produciendo actualmente un fenómeno que puede causar una auténtica revolución en el mundo del software.
No hace mucho tiempo, los cualificados ingenieros de este país, diseñaron una consola en la cual, con el simple hecho de introducir una soft-card, se permite la reproducción exacta de los mejores juegos de la máquina de los billares, a través de un aparato de televisión.
Poco tiempo ha transcurrido desde entonces, pero las dos compañías que se han dedicado a la fabricación de dichas consolas, Nintendo y Mitsubishi, han alcanzado la astronómica cifra de 9.000.000 de ventas cada una.
La clave de este apoteósico éxito se basa en que dicha consola permite disponer de los mejores juegos en tu propia casa. El aparato no tiene teclado, es simplemente una carcasa con una ranura por ta que se introducen las tarjetas con los juegos y que posee dos conexiones: una para un joystick y otra para el monitor de televisión. En estas tarjetas, se podrán incluir programas de 16, 48, 128, 256 y hasta, ahí va la cifra, 1 mega de memoria. Imaginaros los juegos que se pueden realizar con 1.000 K de memoria.
Simultáneamente a estas compañías japonesas, ha aparecido otra americana. SEGA, principal fabricante de máquinas de videojuegos, que también ha comenzado a desarrollar su propia consola. La competencia comienza a recrudecerse.
Según los últimos datos. Nintendo y Mitsubishi podrían llegar a vender sus productos a un precio aproximado de 150 libras (unas 30.000 ptas.), mientras que SEGA estaría dispuesta a reducirlo hasta las 100 libras (unas 20.000 ptas.). por lo que se supone que ésta será la compañía que alcanzará el liderato de ventas en Europa.
Sin embargo, aún está por ver cómo se repartirá este «suculento pastel europeo». Hasta el momento se desconoce si SEGA se hará cargo de todos los aspectos de !a comercialización: venta de consolas, producción de software, distribución, ... o, si por el contrario, permitirá a otras compañías nacionales que trabajen para ellos, ya creando programas o de cualquier otra manera.
En España, una de las casas que está absolutamente decidida a subirse al tren de las consolas es Dinamic. quien desde el momento que el primero de estos aparatos asome por nuestras fronteras, comenzará a producir programas en formato de softcard.
Como veis, las posibilidades de esta nueva máquina son ilimitadas en el aspecto de los juegos, aunque se teme que, debido precisamente a que ésta es su única utilidad, los usuarios puedan retraerse en su compra.
Por otra parte, y sintiéndolo mucho por los piratas, estos programas al estar realizados en este formato serán completamente infalsificables, por lo que el precio de éstos se verá reducido considerablemente en relación al de las cintas convencionales.
Sea como fuere, y cuestiones económicas a parte, de lo que no cabe la menor duda es de que estas consolas abren la puerta a un nuevo mundo para el software. Estos aparatos, combinados adecuadamente con buenos equipos de imagen y sonido, no sólo pueden renovar por completo ta estructura de la programación, sino también la de las propias sensaciones.