La revista Input Sinclair dio la noticia de la venta de Sinclair Research a Robert Maxwell (1985), veamos qué se dijo.
No corren buenos tiempos para sir Clive Sinclair. Hasta hace pocos meses era dueño de su emporio, Sinclair Research, sucesora de otra empresa, Sinclair Radionics. Este genio de la técnica siempre ha perseguido poner la última tecnología electrónica al alcance de todos los bolsillos. A finales de los sesenta competía con los japoneses, poniendo a la venta una radio-llavero, después continuó con las cadenas de alta fidelidad a bajo coste, fabricó circuitos integrados, lanzó la primera calculadora europea de bajo precio y tamaño en versiones normal y científica. El primer reloj digital en kit (para montar uno mismo) que además empleaba teclas sensibles al tacto. Un largo etcétera puede seguir a estos ejemplos.
Finales de los setenta, comienza a vislumbrarse el boom de los microordenadores, pero su precio no es asequible. Este es nuevo reto para Mr. Sinclair y en mayo del ochenta lanza el primer microordenador de muy bajo precio, el ZX80, el cual se puede comprar totalmente ensamblado o en forma de kit. El ZX81 fue el sucesor, un modelo más compacto y de mejores prestaciones. Pero el Spectrum es el gran acierto. Se vende como rosquillas calientes y la demanda aumenta por días. Se fuerza la producción, pensando que la campaña navideña del ochenta y cuatro iba a evolucionar en la misma línea que la anterior. Sin embargo las cosas no salen como estaba previsto y Sinclair Research sufre un fuerte revés financiero. Llegan las vacas flacas y hay que buscar fuentes que produzcan liquidez inmediata. Como solución rápida a corto plazo se reducen los precios de venta, propiciándose la guerra entre marcas.
Por otra parte se lanza el Spectrum Plus, la versión del modelo anterior además, se mantiene el mismo precio, carcasa teclado diferentes y, los minoristas se dan cuenta que a igualdad de condiciones el cliente prefiere el Plus y se cuestionan la rentabilidad de sus stocks de modelos antiguos.
Su decisión es casi unánime y consiste en no hacer pedidos si no son ofrecidas determinadas garantías.
A principios de mayo, en los almacenes de Sinclair Research había trescientas mil máquinas, lo que obligó a reducir la semana laboral en la fábrica a tres días por semana, fijándose el objetivo de producir doscientas mil unidades.
Esto complica la situación de sir Clive, que era poseedor del ochenta y cinco por ciento de la compañía y poco antes del verano fue rescatado por Robert Maxwell, propietario del grupo editorial británico Pergamon Press, que publica el diario Daily Mirror.
Pergamon aportó doce millones de libras, lo que le ha permitido hacerse con el setenta y cinco por ciento de la empresa. Este grupo dispone de tres diarios y trescientas cincuenta revistas técnicas y, además, edita software a través de su filial Mirrorsoft.