Matthew Smith, nacido en Liverpool en 1965, puede considerarse un tipo afortunado. Los dos únicos juegos que ha lanzado al mercado, Manic Miner y Jet Set Willy, ocupan los primeros puestos en las listas internacionales y al ser considerado como clásicos del género, sus ventas no cesan de aumentar. La revista inglesa Computer and Video Games, el juego Jet Set Willy todavía se mantiene en el puesto uno reñida competencia con las últimas novedades del mercado.
Matthew no es sólo uno de los más eficaces programadores de Software Project sino también uno de sus máximos directivos.
Odia la televisión y entre sus rarezas más notables está la de dormir durante todo el día y programar toda la noche.
Le gusta programar oyendo a Pink Floyd y adora la cultura Underground (los cómics en particular). En ellos se inspira a veces para realizar sus juegos. En el JSW por ejemplo, el nombre de la pantalla We must perform a Quitkafleeg está tomado de la viñeta de Fat Freddy Cats, uno de los simpáticos Freak Brothers ideados por el inimitable Gilbert Shelton.