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B-17 Flying Fortress | Simulador de vuelo | Commodore AMIGA | MicroProse Software · 1993

  • 4 de mayo de 2018

Videojuego: B-17 Flying Fortress

Sistema: Commodore AMIGA 500

MicroProse Software

Programación: Dominic Robinson, Ian Martin, Andrew Walrond

Gráficos: Mark Griffiths, Dean Betton, Suzy Lockyer

Música: Andrew Parton, John Broomhall

1993

En mayo de 1934 el Cuerpo Aéreo del Ejército de EE.UU. emitió una especificación en demanda de un bombardero polimotor (dos motores) y antibuque, para que defendiera la nación contra flotas enemigas (el único objetivo posible en aquella época).

Se esperaba que la respuesta fuera similar a la del María B-10 (bombardero bimotor de diseño anticuado), pero en Boeing decidieron interpretar la palabra polimotor no en el sentido "de dos motores" -como se había hecho hasta la fecha- sino que se decidieron por utilizar cuatro motores que permitían llevar la misma cantidad de bombas a mayor velocidad y a superior altitud. El resultado fue un enorme avión con una tripulación de diez hombres. Estos se repartían del siguiente modo: en el morro acristalado se situaba el bombardero, a su lado el navegante, por encima de ellos, en la cubierta de vuelo, el piloto y el copiloto se sentaban uno aún lado y otro a otro. Tras ellos el ingeniero/artillero de la torreta superior. Más atrás, el operador de radio, el artillero de la torreta ventral (torreta bola), los artilleros de cuerpo (derecho e izquierda) y por último el artillero de cola.

Las posibilidades que nos proporciona este juego de Microprose son enormes. Tendremos a nuestra disposición una serie de B-17 que podemos "personalizar2 bautizándolos con el nombre que deseemos. Decorar el morro con un dibujo alusivo (iniciales, símbolos, etc.), tendrá numerosas opciones, para colocar a su tripulación a bordo del B-17, también conviene resaltar lo bien realizado que está el panel de vuelo, decorado con marcadores analógicos de tipo reloj, lo que hará observar el gran parecido entre el juego y el original. Tendrá que estar muy atento a su tripulación ya que alguno podría resultar herido, esto puede traer graves consecuencias. deberá estar muy atento a su piloto ya que, si es alcanzado, podría llegar a perderse en una Europa que esta totalmente ocupada por los Alemanes. Podrá elegir cualquiera de las muchas vistas exteriores, lo cual le hará más fácil el manejo.

Los gráficos no son lo único que perece la pena descartar en este juego, ya que el manual de instrucciones que lo acompaña, es todo un ejemplar de la biblioteca. La originalidad y el sonido destacan creando un simulador de guerra de lo más completo que se pueda haber visto.

Resumiendo diremos que estamos ante un juego en el que, las virtudes separan ampliamente a los defectos y en el que se pone de manifiesto una enorme tarea, la de conseguir su alto grado de similitud con el B-17 original.