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El IVA y el Software

  • 7 de abril de 2017

El tan temido Impuesto sobre el Valor Añadido (I.V.A.) está haciéndose notar en los precios de prácticamente todos los productos existentes en el mercado. Esto, evidentemente, no es nada nuevo. Pero, ¿cómo va a repercutir su implantación en el tema del software?

Hemos consultado a las más importantes distribuidoras en nuestro país, y prácticamente todas coinciden en sus opiniones: el precio de los programas se va a mantener estable.

Sin embargo, y a pesar de ello, en el fondo mantienen algunas pequeñas discrepancias en lo referente a la forma en que una de ellas asume este impuesto.

ay versiones para todos los gustos. Algunas afirman que el incremento que supone el I.V.A. (el 12% en todos los casos), se compensa con las reducciones arancelarias a la importación, por lo que los precios permanecerán inalterables.

Por otro lado, también hay quien opina que este impuesto sí repercute directamente en et software pero que a pesar de ello, y con el fin de no encarecer aún más sus productos y crear un mayor descontento entre los usuarios, están dispuestos a afrontar por sí mismos esta subida, aunque vaya en perjuicio de sus propios intereses.

Por último, existe la versión de que en los grandes éxitos procedentes de casas muy conocidas no influirá la implantación del impuesto, mientras que en programas menos conocidos o en los realizados en España si se verán obligados a llevar a cabo un aumento de precio, debido a que, anteriormente, para el software nacional se aplicaba un recargo del 0,7% y ahora ha subido hasta el 12% gracias al I.V.A.

En lo que si coinciden todas las distribuidoras es en la cuestión de que una subida en estos momentos seria totalmente perjudicial para el software, ya que lo único que motivaría seria un mayor aumento de la piratería, lacra que aún se sigue arrastrando, quienes verían en esta medida un detonante para impulsar enormemente sus ilegales ingresos.

En fin, parece que por el momento los precios del software han tocado techo y que, a pesar de que las razones no están del todo claras, el I.V.A. no repercutirá directamente en los consumidores.