Artículo: MSX Club nº74 (mayo 1991)
El sello A.D., impulsado desde sus inicios por Andrés Samudio, y en varias ocasiones criticado duramente en esta sección, parece haber encontrado por fin el norte con la saga de "Leyendas de Ci-U-Than". El primero de los juegos que forman la trilogía, "Cozumel", gozó ya de una buena crítica en esta revista, siendo el primero que podría competir con los admirados programas conversacionales británicos.
"Los Templos Sagrados" es, pues, la segunda parte de la trilogía, que cubre un periodo y una zona bastante extensa de la historia del Yucatán.
La epopeya de Ci-U-Than consta de tres libros totalmente independientes y, por ello, tan extenso proyecto ha tenido que ser desarrollado en tres completos juegos de varias partes cada uno.
El primer libro, dividido en dos partes, narraba nuestras aventuras desde la llegada a la isla de Cozumel como pobres y desvalidos náufragos, hasta su triunfal salida de ella.
En este segundo libro, tendremos que encontrar Chichén Itzá atravesando las ruinas de Cobá y Tulum.
Este tipo de programas suelen generar un verdadero culto entre los aficionados, así como una inmediata identificación con el personaje protagonista de lasaventuras. Por ello, resultará muy gratopara los admiradores de "Cozumel", reencontrar a Doc Munroen las tierras de la arcaica cultura maya.
La misma fascinación produce el ambiente histórico y la situación geográfica en que se desarrollan las aventuras de Munro, por lo que, para los despistados que no conozcan el primer juego, resumiré brevemente las premisas arguméntales de la saga. Cabe destacar que "Los Templos Sagrados" es una aventura tan documentada como "Cozumel", con lo que su atractivo se multiplica por tres.
Corría el año de 1920. Tras haberse aprovisionado en la isla de Cuba y emprendido rumbo hacia la región del Yucatán para desentrañar sus innumerables misterios, nuestro hombre ha naufragado en pleno mar Caribe.
Totalmente desvalido, sin amigos, sin anuas y sin dinero, consigue llegar, de puro milagro, a la isla de Cozumel, donde encuentra unas tradiciones, ritos y mundo espiritual que poco a poco va entendiendo y respetando hasta llegar a dominar su entorno.
Los que jugaron con Doc Munro en la isla de Cozumel, a fuerza de sacrificios, tesón y paciencia, tuvieron que hacerse amigos (y, cómo no, terribles enemigos) en el pueblo de San Marcos, rescataron a la tristemente bella Zyanya e incluso encontraron la manera de obtener dinero para poder comprar provisiones para su viaje al interior.
También han conocido las dichas y amarguras del amor de los dioses, representados por la vengativa Chell, y la dulce abnegación de Zyanya, víctima inocente de las fuerzas desatadas del mal.
Pero se sobrepusieron, y tuvieron incluso el valor de desafiar la peligrosa magia de los Collares Venerados de los malhechores, dirigida por el temible BigTurk y su avaricioso lugarteniente Ratso, contando tan sólo con la ayuda del valeroso y emplumado Kuill.
Y, como premio a sus esfuerzos, pudieron, ¡por fin!, abandonar la isla en la barca Yucatana.
Pero, como dijo el sabio, la historia se repite, y si bien es cierto que hemos logrado salir vivos de Cozumel, te encuentras de nuevo en aguas desconocidas y frenre a tierras extrañas.
Habiendo empleado todas nuestras ganancias en comprar la barca, no tenemos dinero, y debemos enfrentamos con nuevos misterios en dos de los más antiguos templos del norte de Yucatán.
Así empieza la acción de "Los Templos Sagrados", y la situación no puede ser más comprometida. Debemos llegar a la costa, y sobrevivir a la tormenta, a la vez que hacemos buenas migas con nuestros compañeros de viaje.
Lo cierto es que esta primera situación encierra en sí misma más problemas enigmáticos de lo que parece; además, es probable que los jugadores no habituados a este tipo de programas sean incapaces de superar la primera pantalla. Pero no olvidemos que A.D. tiene ya multitud de seguidores, expertos en conversacionales, y que agradecen las complicaciones.
Quizá el mayor defecto que se le puede achacar a "LosTemplos Sagrados" sea el de un excesivo parecido con su predecesor, "Cozumel", pero eso es algo hasta cierto punto comprensible. Por otra parte, puede resultar excesivamente cansino el teclear las instrucciones de Doc Munro, ya que los errores de comprensión se ven progresivamente sustituidos por los de tecleo; el culpable, el evidente cansancio del usuario tras un tiempo prudencial de juego.
Ni que decir tiene que el parser de "Los Templos Sagrados" está muy evolucionado, que los gráficos no están del todo mal, a pesar del uso de las imágenes espejo, y que la multitud de localizaciones hacen del programa un entretenimiento que no se limita a unas pocas horas; pero son todas ellas características que han sido constantes en la historia de las aventuras conversacionales, siempre que nos enfrentamos a obras de este calibre.
En definitiva; como prácticos precursores de la informática de videojuegos, los conversacionales tienen un lugar asegurado en el mercado, que probablemente se vea reducido en un futuro, como decía, por prototipos más distendidos e igualmente completos, como el creado por Lucasfilm para "Indiana Jones and the Last Crusade".
