La gente pregunta por la calle qué es un lápiz óptico y aprovecho para decir que se trata de un periférico que permite trabajar sobre la pantalla con una serie de ventajas que son nada desdeñables, tales como dibujar o seleccionar distintas opciones (según los programas) sin usar el teclado.
El «Light Pen», nombre del que tengo ahora mismo conectado el bus de expansión de mi CPC, viene en una hermosa caja en la que hay un manual, un disquete y, sorpresa, el lápiz.
El manual es tremendamente claro, al extremo de que uno llega a pensar si nos estarán diciendo la verdad o se callan parte para evitar que lleguemos a saber tanto como ellos. «Ellos» son la gente de «The Electric Studio», de Gran Bretaña.
El disquete nos da la posibilidad de dibujar con el lápiz sin tener que crear un software a nuestra medida, cosa que, increíble, también podríamos hacer siguiendo sus explicaciones. A los asustadizos les aclaro que tanto el manual como el programa vienen en español. El lápiz no, el lápiz viene en plástico.
Una vez destripado concienzudamente el aparato en cuestión, es decir, la parte «material», compuesta de lápiz, cable y conector, se aprecia una construcción sólida, bien terminada y sin complicaciones, lo cual garantiza o debería garantizar un uso prolongado sin problemas.
No sé qué decir ante la grandiosidad de realizar dibujos a mano alzada, excepto que el pulso firme y sereno hace maravillas cuando uno consigue tenerlo. Afortunadamente para los temblorosos de espíritu y mano, una serie de opciones asegura la realización de perfectos círculos, elipses, cuadrados, rectángulos, líneas, puntos y casi comas.
Podemos pintar con brocha, con spray, abusar del zoom, invertir (con perdón), copiar, mover, mezclar y una larga, larga lista de ayudas que facilitarán las labores propias del usuario poseedor del «Light Pen».
A mí personalmente no me gusta señalar, pero en esta ocasión lo hago para llamar la atención hacia la referencia de los susodichos señores al indicar en cada momento qué funciones son para el 6128, cuáles para el 464 y cuáles para el 664. En realidad son prácticamente las mismas (exceptuando cuatro o cinco específicas del 6128), pero se realizan de forma distinta. De no haberlo dicho en el manual, más de uno tiraría la toalla, el lápiz y el florero (este último no está incluido en el precio del lápiz, al igual que la toalla).
Como punto final hay que hacer la advertencia de que en el disquete hay otros ficheros además del de dibujo, ya que los volcados a impresora, la edición de zoom y la de símbolos o sprites tiene su propio software.
Es una curiosa sensación la de dibujar o escribir sobre la pantalla y sólo por ello quizá pueda merecer la pena conocer este periférico.
Ventajas: Nos abre las puertas a una nueva forma de dibujo.
Desventajas: No todas las posibilidades funcionan en el 464 y 664.
Advertencias: El conector puede dar problemas si se producen tirones en el cable.
Precio: 7.500 ptas (iva incluido)
Distribuido por: POWER LINE
