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Los efectos de la pantalla de tubo sobre los usuarios

  • 20 de mayo de 2017

Recientemente se ha celebrado en Madrid (1986), organizado por Essilor, una mesa redonda en la que se debatieron los problemas de la «fatiga visual de los trabajadores ante la pantalla». En la misma participaron diferentes especialistas en el campo de la oftalmología, la informática, la medicina de trabajo, así como el director general de Essilor en España.

Durante el transcurso del debate, los expertos discutieron, desde sus diferentes puntos de vista, los problemas que se producen por el hecho de realizar una jornada laboral frente a una pantalla de ordenador, del mismo modo que se constató el tema del creciente número de personas que invierten su tiempo libre en el hobby de los ordenadores personales.

De entre dichas conclusiones. pasamos a ofrecer un extracto de aquellas que por su temática, pueden resultar más interesantes a los usuarios de ordenadores personales:

— Los especialistas de la visión consideran que el nivel de desarrollo de un país está en relación directa con el número de gafas-usuarios. Así encontramos países como EE.UU. en el que usan gafas un 57 por 100 de la población, o un 55 en Gran Bretaña frente al escaso 37 por 100 de España.

— Está comprobado científicamente que las pantallas no emiten rayos ultravioletas ni infrarrojos. Las únicas radiaciones que emiten son de rayos X, las cuales no avanzan a más de 7 cm de la pantalla. Un ejemplo: una persona que permanezca 2.000 horas al año frente a una pantalla, recibe menos radiaciones que si pasara un fin de semana en la playa. Las pantallas no son nocivas en cuanto a radiaciones.

— Sí es cierto, sin embargo, que la larga exposición a las pantallas produce efectos comprobados: irritaciones oculares (54 por 100), aumento del pestañeo (50), dolores de cabeza (50), sensación de pinchazos oculares (46 por 100), y otros síntomas como deslumbramiento, quemazón ocular, ojos húmedos, etc... Por el contrario, otras molestias apuntadas como pérdida de apetito, caída de pelo, insomnio..., aunque indirectamente y psicológicamente relacionados con este tipo de trabajos, no son imputables a la pantalla.

— Los trabajadores ante pantallas, deben tomar por tanto, sus precauciones, tanto en lo referente a la pantalla en sí, como a la disposición del ordenador y sus periféricos. Estas se podrían resumir en los siguientes puntos:

— El teclado debe situarse de forma que quede perfectamente accesible, a un nivel confortable, con el fin de permitir a las dos manos operar de forma natural y en la prolongación del antebrazo.

— La posición de la pantalla debe ser a nivel de los ojos, con el fin de mejorar el confort de lectura. El brillo de los caracteres debe ser modulable para adaptarse a las necesidades de cada usuario.

— La ubicación de la pantalla debe estar alejada de factores de iluminación exteriores (ventanas, zonas aisladas, luces de neón...), pues éstas pueden ser factor de deslumbramiento.

— Nunca debe dirigirse una luz directamente hacia la pantalla.

— Nunca deben utilizarse lentes de sol.

— Unas persianas o cortinas pueden suavizar las luminiscencias exteriores, permitiendo un equilibrio general de los contrastes y evitando al ojo incesantes mecanismos de acomodación.

En resumen, estos debates sobre la ergonomía frente a la informática, han supuesto un avance más en el largo camino que deben recorrer las relaciones entre el elemento humano y el elemento tecnológico hasta llegar a una total compenetración.